La principal diferencia entre ambas naciones tiene que ver en si hubo o no golpe de Estado en el país sudamericano
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Las delegaciones de México y Estados Unidos manifestaron hoy sus diferencias respecto a la actual crisis en Bolivia durante la reunión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), principalmente en cuanto al punto de si hubo o no un golpe de Estado en el país andino.
Sin embargo, los países miembros del organismo interamericano coincidieron en que se debe salvaguardar la democracia y la voluntad del pueblo boliviano.
“Estados Unidos rechaza la versión de que esto sea un golpe de Estado” afirmó Carlos Trujillo, representante de dicho país ante la OEA durante su intervención. Asimismo, afirmó que la renuncia del ahora exmandatario Evo Morales fue voluntaria y acorde al orden constitucional boliviano.
La delegación estadunidense cerró su participación condenando la “hipocresía” de aquellos Estados miembros que, con sus posturas en torno al conflicto, “han violentado el principio de no injerencia”.
En respuesta, la delegación de México afirmó que la situación en Bolivia presenta todos los rasgos de un golpe de Estado, ya que las fuerzas armadas ejercieron presiones sobre el líder boliviano para que presentara su renuncia.
Al respecto la representación mexicana exhortó a dejar atrás los tiempos en que militares ponían o deponían gobiernos según sus intereses.
Con respecto del asilo político otorgado al exmandatario Morales, la delegada mexicana, Luz Elena Baños Rivas, afirmó que se ha concedido por “razones humanitarias de acuerdo con el derecho internacional y el marco constitucional”.
De igual forma, argumentó que México actuó en concordancia con su “orgullosa tradición diplomática de apoyo y recepción a perseguidos políticos”.
En apoyo a la participación de México, la representante de Nicaragua, Ruth Tapia Rivas, hizo un llamado a que la auditoría realizada por la OEA a los comicios electorales bolivianos comprenda un informe objetivo y al margen de la crisis política y la incertidumbre que actualmente enfrenta el pueblo boliviano.
“La OEA no debe dictar elecciones, sino evaluarlas”, destacó la delegada nicaragüense.
A la sesión extraordinaria de la OEA asistieron los delegados de todos los Estados miembros para debatir y analizar no sólo el papel de las fuerzas armadas en la renuncia de Morales; sino también, las posibles consecuencias del informe preliminar de la Organización con respecto de los comicios electorales de Bolivia.
Se espera que en las próximas horas se emita un pronunciamiento general que englobe las posturas de todos los países participantes.(Notimex)