El presidente de Bolivia enfrenta la peor crisis política en los 13 años que tiene en el poder
LA PAZ, BOLIVIA.- El presidente Evo Morales, bajo una presión cada vez mayor, convocó a nuevas elecciones este domingo luego de violentas protestas en todo el país tras la reñida elección celebrada el pasado 20 de octubre y que asegura haber ganado.
Morales hizo el anuncio después de que un informe preliminar de la Organización de Estados Americanos encontró un "montón de irregularidades observadas" en la contienda presidencial y recomendó una nueva elección.
Sin mencionar el informe de la OEA, Morales dijo que reemplazaría al cuerpo electoral del país e instó a todos los partidos políticos y todos los sectores a ayudar a llevar la paz a la nación después de las protestas en las que tres personas fueron perdieron la vida y cientos resultaron heridas.
"Todos tenemos que pacificar a Bolivia", dijo a los periodistas este domingo.
Morales, de 60 años, nativo aymara de las tierras altas de Bolivia, se convirtió en el primer presidente indígena del país en 2006 y ganó fácilmente dos elecciones más en medio de un auge económico alimentado por productos básicos en el país más pobre de América del Sur. Pavimentó caminos, envió el primer satélite de Bolivia al espacio y frenó la inflación.
Pero muchos de los que alguna vez estuvieron entusiasmados con su ascenso a los cuentos de hadas se han preocupado de su renuencia a abandonar el poder. Se postuló para un cuarto mandato después de negarse a cumplir con los resultados de un referéndum que confirmó los límites de mandato para el presidente. El tribunal constitucional de Bolivia dictaminó que los límites de mandato violaron sus derechos.
Después de la votación del 20 de octubre, Morales se declaró el ganador absoluto incluso antes de que los resultados oficiales indicaran que obtuvo el apoyo suficiente para evitar una segunda vuelta con el líder de la oposición y el ex presidente Carlos Mesa. Pero un lapso de 24 horas en la publicación de los resultados de la votación levantó sospechas entre la oposición al fraude.
Mesa dijo el domingo que el informe de la OEA mostró "fraude monstruoso".
"Morales no puede ser candidato en las nuevas elecciones", dijo Mesa, un historiador de 66 años que renunció a la presidencia en 2005 en medio de un estallido de manifestaciones lideradas por Morales, entonces líder de un sindicato de cocaleros.
La OEA envió un equipo de 30 personas para llevar a cabo lo que llamó una auditoría vinculante de la elección. Sus recomendaciones preliminares incluyeron celebrar nuevas elecciones con un nuevo tribunal electoral.
La presión aumentó sobre Morales el sábado cuando los guardias policiales fuera del palacio presidencial de Bolivia abandonaron sus puestos. Los oficiales también se subieron al techo de una estación de policía cercana con banderas y letreros nacionales que proclamaban: "La policía con el pueblo". La policía se retiró a sus cuarteles en al menos tres ciudades.
Morales, que no estaba en el palacio en ese momento y apareció más tarde en un aeródromo militar a las afueras de La Paz, instó a la policía a "preservar la seguridad" de Bolivia.