Debido al aumento de la fiebre, el estado general del niño es de postración, se ve muy enfermo y pueden presentar otros síntomas como náuseas, vómito y falta de apetito
El principal síntoma de alerta de infección en vías urinarias cuando afecta a recién nacidos y lactantes es tener temperatura mayor a 38 grados, destacó la jefa de Área de Atención Perinatal en la Coordinación de Segundo Nivel del Seguro Social, Diana María González Pérez.
Refirió que para tender la infección de vías urinarias, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) realiza análisis clínicos y estudios de ultrasonido a los pequeños para diagnosticar la causa y brindar tratamiento especializado con médicos familiares, pediatras y nefrólogos.
Debido al aumento de la fiebre, continuó, el estado general del niño es de postración, se ve muy enfermo y pueden presentar otros síntomas como náuseas, vómito y falta de apetito; una exploración física minuciosa es necesaria para descartar o confirmar una infección de este tipo e iniciar tratamiento con antibióticos.
La pediatra neonatóloga del IMSS explicó que hay muchos factores asociados a la infección; puede ocurrir en niños sanos de ambos sexos, antes de los tres meses de edad es más frecuente en hombres y después de los tres meses en mujeres de todas las edades por las características de sus genitales.
González Pérez explicó que el pañal es un factor de riesgo cuando la higiene no es óptima, porque favorece que se acumulen residuos de orina o evacuación, lo que influye en que la infección sea recurrente.
La especialista subrayó que tener infección en vías urinarias por única ocasión, puede no tener repercusión a futuro, pero si repite dos o más veces, se debe investigar si hay malformación congénita de las vías urinarias aunque sea pequeña; o una enfermedad asociada como inmunodeficiencia de todo tipo, que incide en la baja de defensas y el menor es susceptible a tener infecciones.
Se requiere hospitalización cuando los niños tienen fiebre muy elevada o datos de infección en los riñones, a fin de administrar medicamentos endovenosos con los que se observa mejoría en un promedio de 72 horas, eventualmente se puede continuar con tratamiento oral y siempre se vigila su evolución.
La especialista del IMSS expuso que cuando los niños han tenido una infección previa o tienen datos de infección alta, es decir, en los riñones, el seguimiento es con el nefrólogo para evitar complicaciones graves como insuficiencia renal.
Refirió que la experiencia científica señala que tres de cada cuatro niñas antes de los siete años ya han presentado una infección, a partir de la etapa preescolar, las niñas manifiestan molestias para orinar; van muchas veces al baño, orinan en escasa cantidad; la orina tiene mal olor; datos que ayudan a hacer el diagnóstico.
Para prevenir infección, González Pérez recomendó tener buena ingesta de líquidos; higiene de manos con lavado frecuente, uñas recortadas; estar muy pendientes cuando van al baño sobre todo en lactantes mayores y preescolares, para que de preferencia se laven las manos antes y después de ir al baño.
Añadió que cuando los niños aprenden a ir al baño, los padres deben estar pendientes de llevarlos periódicamente, cada tres o cuatro horas para vaciar la vejiga y con ello evitar que se distienda y rebase su capacidad de contención.