La enfermedad que afecta mayoritariamente a varones, no genera síntomas hasta etapas muy avanzadas.
Redacción/ HIPTEX
El hígado graso no genera síntomas hasta etapas muy avanzadas, pero es propiciado por hábitos que si se modifican pueden no sólo prevenir la enfermedad sino permitir al órgano regenerarse sin afectaciones serias a la salud y con buena calidad de vida para el paciente.
Así lo destacó Óscar Ginera Aparicio, jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, al insistir que una vez identificado el padecimiento únicamente se requiere eliminar de la vida cotidiana la fuente del daño y el hígado cuenta con la capacidad de regenerarse.
Esta patología se presenta en mayor proporción en el sexo masculino, pero en el caso de las mujeres el hígado graso puede presentarse posterior al embarazo, por lo que es importante que regresen a su Centro de Salud después del parto, en el periodo de la cuarentena, para que se les realice una revisión general de su estado de salud debido al aumento de peso que presentan.
Precisó que la esteatosis o comúnmente conocida como “hígado graso” es ocasionada por ingerir demasiadas bebidas alcohólicas, tabaquismo, sedentarismo, diabetes o trastornos metabólicos hereditarios.
“Por eso es importante que las personas que presentan estos hábitos deban modificarlos y estén conscientes que es un padecimiento que no genera síntomas hasta etapas muy avanzadas”.
Acudir al Centro de Salud para cuidar peso y talla en caso de estar excedido ayudará a acceder a recomendaciones de dieta y ejercicio, observó.
Enfatizó que existen medicamentos que pueden ocasionar la enfermedad, por lo que es fundamental no automedicarse y en caso de sentir una inflamación abdominal que pueda ocasionar dolor informarla al médico tratante. (lgs)