Entre sus demandas figura que las políticas climáticas deben proporcionar medidas de mitigación y adaptación urgentes y ambiciosas, alineadas con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a no más de 1.5°C por arriba de los niveles preindustriales.
SAN JOSÉ.- La juventud de América Latina y el Caribe cerró filas y propuso “1,000 acciones para el cambio”, una serie de medidas urgentes para combatir la crisis climática en la región, donde más de 63 millones de menores han sido afectados por un evento climático extremo por los últimos 30 años.
Unos 70 jóvenes formaron parte de la Conferencia Local de la Juventud (LCOY): “Juventudes y Cambio Climático”, celebrada en Costa Rica como un evento previo a la reunión Preparatoria de la Conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (PreCOP25).
Además participaron virtualmente unos 500 jóvenes a fin de externar sus propuestas y formar parte de “1,000 acciones para el cambio”, destinadas a buscar soluciones ante el cambio climático en la región, en coordinación con organizaciones como la UNICEF y la CEPAL.
Entre sus demandas figura que las políticas climáticas deben proporcionar medidas de mitigación y adaptación urgentes y ambiciosas, alineadas con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a no más de 1.5°C por arriba de los niveles preindustriales.
Asimismo pidieron que los niños, adolescentes y jóvenes deben considerarse una prioridad en las políticas climáticas en todos los niveles, reconociendo sus necesidades específicas, vulnerabilidades, derechos y liderazgo. En particular, los niños más marginados y vulnerables deben ser priorizados.
También señalaron que la formulación de políticas climáticas debe ser informada y comprometida con la consulta de niños, adolescentes y jóvenes en todas las etapas, incluida la planificación, implementación, monitoreo y evaluación.
La vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell Barr, señaló que el país se compromete con los jóvenes y lanzó un llamado a otras naciones para que se unan a la causa, sobre todo en la búsqueda de soluciones orientadas a los niños.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), con base en datos de alcance mundial sobre eventos de emergencia (EM-DAT), estima que más de 63 millones de niñas, niños y adolescentes en América Latina y el Caribe has sido afectados por un evento climático o un desastre climático por los últimos 30 años.
Además aproximadamente 2.1 millones de niños y niñas se ven afectados cada año.