La pequeña nación caribeña sufrió los embates de Dorian y miles de personas requieren ayuda humanitaria urgente
NACIONES UNIDAS.- Tras la terrible devastación causada esta semana por el huracán Dorian en el norte de las islas Bahamas, el titular de la ONU, Antonio Guterres, sigue profundamente preocupado por las decenas de miles de personas afectadas en Gran Bahamas y Abaco.
En un comunicado emitido este miércoles por la Oficina de su Portavoz, Guterres indicó que su secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia, Mark Lowcock, se desplaza a las Bahamas.
A su llegada a la capital, Nassau, Lowcock se reunirá con el primer ministro bahameño, Hubert Minnis, donde examinarán el apoyo que pueden ofrecer las Naciones Unidas. El coordinador busca transmitir la solidaridad de la Organización con el pueblo y el gobierno de las Bahamas.
Lowcock también tiene previsto reunirse con el equipo de la ONU ya desplegado en Nassau, donde recibirá información sobre el impacto del huracán y las actividades en marcha para responder a las urgentes necesidades humanitarias, dijo el sitio Noticias ONU.
Las Naciones Unidas apoyan las actividades de rescate y socorro en curso dirigidas por el Gobierno y forman parte de los equipos de evaluación que se espera se desplieguen en las zonas afectadas.
“Las personas que lo han perdido todo necesitan urgentemente refugio, agua potable, alimentos y medicinas”, recordó Guterres.
Pidió a la comunidad de donantes internacionales que aporte fondos para la respuesta humanitaria y las actividades de recuperación tan pronto como se conozcan las necesidades de la catástrofe.
A su vez, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo que se pondrá en contacto con socios internacionales para movilizar recursos humanos y financieros y responder a las necesidades del sector de la salud solicitadas por el gobierno de Las Bahamas, tras el paso del huracán Dorian.
La tormenta dañó las instalaciones de salud e inundó hospitales en las islas Ábaco y en Gran Bahama. El personal de la OPS ayuda a las autoridades en las evaluaciones de saneamiento e higiene del agua, así como de infraestructura de instalaciones de salud.
Unas 400 personas se refugiaron en la clínica en Marsh Harbour en Ábaco, y aún no se han podido confirmar los informes preliminares del número de muertos y heridos.
La OPS destacó que las grandes inundaciones en las dos islas afectadas, los daños en el Hospital Rand Memorial de la ciudad de Freeport en Gran Bahama, el desplazamiento de personas como resultado de daños o pérdidas materiales y los traumas psicológicos de la población podrían acarrear problemas adicionales de salud pública.