La Organización Mundial de la Salud (OMS) llama ahora a los niveles de polución urbana “una emergencia de salud pública” debido a que el 91 por ciento de los pobladores reside en áreas donde la polución atmosférica rebasa los puntos recomendados por la agencia.
LONDRES.- Un estudio reciente vinculó la contaminación del aire en las ciudades al hábito de fumar un paquete de cigarrillos por día a lo largo de 29 años.
Mientras que el efecto en nuestros pulmones es indudablemente perturbador, también deberíamos estar conscientes de lo que el aire que respiramos está provocando en el resto de nuestro organismo.
El nuevo estudio monitoreó la exposición al ozono a nivel de suelo en 7 mil personas adultas residentes en diversas urbes de todo Estados Unidos.
En general, los residentes urbanos fueron expuestos a entre 10 y 25 partes por billón de ozono, en donde un incremento de tres partes por billón equivale a fumar un paquete adicional de cigarrillos cada día.
En consecuencia, incluso un desplazamiento de un área de baja polución a otra de ciudades menos contaminadas podría resultar en el repunte del riesgo de enfermedades respiratorias como el enfisema, asociado más frecuentemente a los fumadores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llama ahora a los niveles de polución urbana “una emergencia de salud pública” debido a que el 91 por ciento de los pobladores reside en áreas donde la polución atmosférica rebasa los puntos recomendados por la agencia.
Ahora mismo, el 55 por ciento de la población del mundo vive en áreas urbanas. La cifra podría elevarse al 68 por ciento para 2050, conforme estimaciones de las Naciones Unidas, citadas por la plataforma británica de radio y tv BBC.
Si la vida en las ciudades es una preocupación alta en relación con la salud de las personas, el bienestar mental y la perspectiva, entonces se convertirán en un tema mucho mayor para la mayoría de las personas conforme avance el tiempo.
Bienestar mental
La prevalencia de desórdenes psiquiátricos es significativamente más alta entre las personas que residen en áreas urbanas, establece un meta-análisis de investigación realizado a lo largo de 35 años. De manera específica, las personas en las urbes experimentan desórdenes conductuales y ansiedad en una tasa altamente desproporcionada.
Al comparar esto con residentes que tienen una vista de playa por cada 10 por ciento de alza en el monto de las personas que pueden mirar el océano, los núcleos de las personas en la escala de Angustia Psicológica Kessler decrecen en una tercera parte de un punto.
Los investigadores sugirieron que un incremento de “20 a 30” por ciento en la visibilidad de espacio azul podría hacer que alguien lleve su angustia de un grado moderado a una categoría menor.
Educación
Es probable que una de las maneras más sorpresivas en que las ciudades nos afectan consista en que las personas resulten menos inteligentes.
Al comparar los resultados de estudiantes que presentan exámenes con niveles de contaminación atmosférica en un día de pruebas mostró que el desempeño empeora cuando la contaminación es mucho más alta. El desempeño de los estudiantes que completan los mismos exámenes en las mismas ciudades en días diferentes fue comparado con los grados de polución en esos días. Incluso diferencias pequeñas en los niveles de contaminación se encontró que tienen efecto en los resultados educativos.
Esto tiene un efecto real en los resultados posteriores en la vida. Un estudio en Israel encontró que altos niveles de polución por partículas finas en el aire durante los días de exámenes escolares de preparatorias tuvo un efecto sobre los salarios en la vida adulta.
Peso
La contaminación atmosférica también se vincula con la obesidad. Mientras que el mecanismo preciso está aún sujeto a debate y la investigación se ha hecho predominantemente con animales. Se piensa que la polución altera el metabolismo del organismo humano.
Esto es quizá debido a la inflamación en los pulmones causada por partículas de polución, lo que activa una respuesta estresante.
Las hormonas liberadas como parte de esto también puede reducir la eficacia de la insulina, elevando los niveles de azúcar en la sangre.
Esta respuesta se pretende que haga seguro que tenemos un extra de energía en situaciones de estrés, pero si atravesamos de manera constante por este tipo de situaciones causadas por la polución atmosférica, entonces esto puede tener efectos de largo plazo en la manera en que procesamos el azúcar, un primer paso hacia el desarrollo de la diabetes.
Amplios estudios, entre ellos uno llevado a cabo en Canadá entre 62 mil ciudadanos, parece corroborar esta investigación.
En este caso, el riesgo de desarrollar diabetes se incrementó 11 por ciento por cada 10 microgramos de partículas finas por metro cúbico de aire.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestras ciudades? Una pequeña cantidad de espacio verde puede hacer una enorme diferencia, en particular para personas en las categorías socioeconómicas más bajas.
Pero oler también puede hacer de las ciudades un sitio más placentero para vivir. Al proporcionar un área de recreo alejada del bullicio de una ciudad puede mejorar el bienestar psicológico de las personas.