En días recientes, además de que las muertes violentas continúan imparables en la ciudad rondando ya las mil 500 durante el año, varias de éstas han sido perpetradas en espacios públicos y a plena luz del día.
Lucía Gómez Sánchez/ HIPTEX
TIJUANA.- Espacios públicos como restaurantes, gasolineras, plazas comerciales y hasta lugares al aire libre como el malecón de Playas de Tijuana se han convertido en sedes cada vez más cotidianas de ejecuciones de personas, cuyos homicidas asesinan sin importarles la presencia de testigos, familiares o ajenos a la víctima.
En días recientes, además de que las muertes violentas continúan imparables en la ciudad rondando ya las mil 500 durante el año, varias de éstas han sido perpetradas en espacios públicos y a plena luz del día.
Así ocurrió apenas el domingo reciente, cuando por la mañana fue asesinado un restaurantero al interior de su negocio. A las 10:10 horas, a Guillermo Gómez Téllez, 38 años de edad y dueño de Carnitas Baja, de la colonia Libertad, lo atacaron con disparos de arma de fuego en su local de comida. Murió más tarde en un hospital privado.
Gómez Téllez es el segundo restaurantero asesinado en Tijuana en menos de una semana.
El miércoles pasado a la una y media de la tarde ejecutaron a otro restaurantero identificado como Javier Alberto Félix Elenes, dueño de "Su Shinola". Murió por disparos de arma de fuego al interior de la negociación.
De acuerdo al informe de las autoridades, un hombre con vestimenta oscura ingresó al comercio en mención y le realizó diversas detonaciones al propietario. Los hechos ocurrieron en bulevar Cucapah, colonia Buenos Aires Sur, delegación Cerro Colorado dentro del negocio de comida.
También ayer domingo por la tarde, a las 16:12 horas, a plena luz del día y cuando cientos de familias suelen disfrutar de la playa, una caminata en el malecón o el espectáculo de payasos y cantantes en el área de los arcos del sitio, Christian Morado Armenta de 32 años de edad, fue asesinado con arma de fuego.
Su cuerpo inerte quedó sobre la superficie de madera en el andador peatonal del malecón de Playas de Tijuana situado en avenida Pacífico, colonia sección Monumental Playas, delegación Playas de Tijuana, donde las autoridades recuperaron un casquillo calibre 40 y una gorra gris.
Hace unas semanas, en la arena, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de otro sujeto que también fue asesinado.
Pero no esos no han sido los únicos casos recientes de homicidios de personas en lugares públicos y a plena luz del día en Tijuana. También la semana pasada, el martes 13 de agosto a las 3:35 de la tarde se reportó la muerte de Roberto Domínguez Trejo, de 25 años de edad.
El hoy occiso se encontraba abasteciendo de gasolina su vehículo cuando un sujeto se le aproximó realizando detonaciones de arma de fuego. Su cuerpo se localizó en el interior del automóvil.
Era acompañado por su esposa y un menor de edad al momento del ataque que ocurrió en una estación de gasolina ubicada en: calle Nogal colonia Manuel Paredes, delegación San Antonio de los Buenos.
Al día siguiente, el miércoles 14 se informó el homicidio de un sujeto desconocido atacado a balazos en la colonia Sánchez Taboada, en plena vía pública, en hechos ocurridos alrededor de las 11:00 de la mañana frente a la subdelegación y estación de Bomberos del lugar.
Por si fuera poco, hace poco más de un mes, la noche del 16 de julio, dos hombres fueron asesinados por disparos de arma de fuego al interior de la Plaza Galerías Hipódromo. La ejecución se perpetró con armas calibre 40 y las víctimas fueron identificadas como Luis Edel Hernández Frías, de 34 años de edad y Samuel Barraza Rivas, de 35.
Ese día parece haber comenzado la racha de ejecuciones en espacios públicos de gran afluencia en la ciudad, que recrudecen la realidad violenta que enfrenta Tijuana y empeoró desde el año pasado, cuando 2018 cerró con más de 2 mil 500 homicidios en el municipio.
A diferencia de 2008-2010 -periodo que pasó a la historia como el más sangriento de la ciudad a pesar de que desde 2018 las ejecuciones mantienen una tendencia que triplica las de esas fechas- todavía hasta hace unos días Tijuana vivía una ola de ejecuciones que parecían focalizadas y “discretas”, si puede usarse ese calificativo.
Es cierto, ocurrían ejecuciones, pero mayoritariamente de noche y de madrugada y aparecían cuerpos calcinados, desmembrados y en condiciones cada vez más sanguinarias, lo que continúa sucediendo, pero no eran comunes los homicidios de día y con testigos, lo que se ha vuelto recurrente.
El periodo 2008-2010 se caracterizó por enfrentamientos a balazos entre bandas criminales a todas horas y en todas partes, lo que ocasionó que mucha gente decidiera no salir de sus casas más que para lo indispensable y graves afectaciones económicas por la ola violenta que frenó la dinámica comercial de la ciudad.
Además, eran comunes los secuestros, crímenes notoriamente disminuidos con referencia a ese entonces. (lgs)