En las muestras y posteriores fotografías, encontraron que el Ácido Desoxirribonucleico con estructura normal se veía como “un hilito sin alteraciones”.
Siete investigadores sonorenses encontraron una nueva forma de observar y analizar el Ácido Desoxirribonucleico (ADN), para detectar anomalías que podrían indicar el desarrollo temprano de enfermedades como Alzheimer, Parkinson o cáncer de mama.
En entrevista con Notimex, la científica Gloria Elena León Paz, detalló que fue en 1991 cuando iniciaron con la observación de genomas de virus y bacterias, a través de un microscopio óptico.
“Luego pensamos que si se podía ver el ADN de los virus y bacterias, también se vería el de los seres humanos, porque es mil veces más grande, entonces nos dimos a la tarea de extraerlo de las células sanguíneas y tomarle una fotografía”, indicó.
Comentó que al tener éxito en la observación de dicha información genética, comenzaron a solicitar muestras de sangre a los miembros de su laboratorio para analizarlas.
En las muestras y posteriores fotografías, encontraron que el Ácido Desoxirribonucleico con estructura normal se veía como “un hilito sin alteraciones”; no obstante, la prueba de uno de sus compañeros llamó la atención, por presentarse como una “explosión” que distaba mucho de la delicada forma que se esperaba encontrar.
“A él le habían hecho la vasectomía ocho días antes de que tomáramos la muestra y su cadena humana estaba como en revolución. Entonces nos preguntamos que si el ADN del compañero modificaba su forma por una cirugía no grave, entonces en pacientes con alguna enfermedad cómo se vería”, señaló.
La doctora y su equipo encontrarían más tarde la respuesta, pues fue gracias a la imagen del genoma de otra compañera de trabajo y muestras de sangre recolectadas en hospitales, que los expertos pudieron constatar que cada modificación de la estructura de la cadena humana podría indicar que esa persona padecía determinada enfermedad.
“Empezamos a ver, a través de las fotografías y del microscopio, características del ADN y cómo cambiaba de forma si había problemas de salud, y fue cuando dijimos que se iban a poder hacer diagnósticos tempranos, antes que aparezcan los síntomas”, comentó.
Un ejemplo del diagnóstico temprano que esta metodología mexicana puede lograr, se dio en el caso de una empleada del laboratorio, a quien, gracias a un análisis se le pudo detectar, con ayuda de una prueba de cáncer de ovario, que la enfermedad apenas se comenzaba a presentar en su organismo.
“Tenemos una compañera de laboratorio que tenía ascos cuando se lavaba los dientes y pensó que estaba embarazada, pero vimos su ADN y estaba cortado. Le dije que esto no era por un embarazo", explicó.
Por lo que "le hicieron un estudio de cáncer en el útero y en él salió que apenas empezaban a surgir células y no le dieron medicamento, solo un refuerzo para su sistema inmunológico y ahora está sana”, agregó la investigadora.
Apuntó que aún deben trabajar en las repeticiones de observaciones y análisis para poder “aprender el idioma de las imágenes”, con el objetivo de identificar a simple vista que cierta alteración en la estructura del genoma corresponde a determinada enfermedad.
“Cuando empieza una enfermedad, como por ejemplo el cáncer de mama, no hay forma de diagnosticarla, solo con la mamografía, e inclusive con ella no se puede detectar hasta cinco o siete años después de que haya iniciado.
“Con este método se puede diagnosticar de manera temprana, incluso cuando la gente no sienta nada y empiecen las alteraciones de las células”, añadió.
Apuntó que, aunque aún no incursionan en la extracción del genoma de huesos de cuerpos humanos encontrados en fosas, este método sería una alternativa que podrían explorar para apoyar en la identificación de personas desaparecidas.
“Esto no lo hemos hecho, pero hemos visto publicaciones sobre cómo se extrae el ADN de los huesos de las personas, que es casi el mismo que nosotros utilizamos", el cual se podría liofilizar y guardarlo para no estar almacenando los cuerpos”, dijo.
Enfatizó que en laboratorios de todo el mundo, el análisis de la fórmula humana se realiza por electroforesis, el cual resulta peligroso por el uso de bromuro de etidio y la luz ultravioleta, dos elementos que juntos, pueden ser cancerígenos.
La investigadora detalló que actualmente buscan el apoyo del gobierno federal para que puedan costear el uso de los derechos de explotación de la patente en México y en el extranjero.
Además de que la metodología, con el apoyo gubernamental, puede implementarse en laboratorios del país y contribuir así con la detección temprana de enfermedades. (aer/Notimex)