Hombres como don Lucio, quien afirma tener 40 años asistiendo a la catedral de la calle Segunda, ven con tristeza que el templo católico cambie de lugar algún día.
El Zócalo 11 de Julio es un proyecto que nació con la intención de ser el centro cívico de la ciudad. En él, los planes incluyen la construcción de plazas, modernización de edificios como el ICBC y la Biblioteca Benito Juárez, así como la conexión con distintos recintos como Palacio Municipal, Cecut y la Nueva Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
Sin embargo, esta última pretende desplazar la sede de lo que es la actual catedral, la misma que se encuentra ubicada en la calle Segunda y Niños Héroes, lo que ha desatado distintas opiniones, en las que predomina la negativa de diversos feligreses.
Entre algunos de los asistentes al templo, platicamos con el señor Lucio, un hombre que dice llevar más de 40 años visitando la catedral de la Zona Centro, para cuestionarle qué opina de la idea de moverlo.
"Le voy a decir la verdad, allá no va gente, porque pa´allá es otro sector, puro rico, y aquí no, aquí viene toda la gente. No voy a ir yo hasta allá a bajar el río, porque es otro lugar que me pueden robar, porque voy a salir de noche de la iglesia y me van a robar en el baldío, en el río. No hay vida en esa catedral, vale más que pongan un centro de rehabilitación, un colegio, pero iglesia no", expresó el señor Lucio.
Al escucharlo, además de su evidente negativa, resaltó el cambio de semblante en sus ojos, mientras sus gestos denotaban la molestia de un tijuanense que ve a la catedral como la morada espiritual de su vida, y que hoy se siente lastimado porque buscan moverla.
"No entiendo a la gente que quiere hacer esto, los del gobierno, la catedral va a permanecer aquí, aquí vienen todos. Veo complicado que se mueva, yo por mi parte no pienso moverme de aquí, ésta es la catedral de Tijuana"; recalcó mientras acomodaba su sombrero.
Luego de platicar, de saber que la catedral forma parte de la vida de los tijuanenses católicos desde 1909 cuando empezó su construcción, pasando por 1956, cuando adquirió la forma arquitectónica que prevalece hasta hoy en día, se puede entender la tradición , el arraigo que la gente hace sentir cuando habla de los lugares de la ciudad, como lo es en este caso.
Al finalizar, el señor Lucio nos comentó "Es complicado que algo tengo éxito si no se consulta a la gente, a los que aquí vivimos. Para los políticos es fácil decir, hacer y mover porque están de paso, pero para uno que lleva toda una vida visitando la catedral, es casi imposible que cambiemos, yo por lo menos seguiré fiel aquí hasta al final, porque como dije, aquí es del pueblo, allá es de otras gentes"; finalizó.