Durante el verano de 2018-2019, siete países de América, entre ellos México, se vieron afectados por olas de calor que no se había visto antes en la región,
CDMX.- América del Norte, Centroamérica y el Caribe deben prepararse contra las intensas olas de calor que se pronostican para las próximas semanas, ya que las altas temperaturas podrían provocar daños en la salud humana, advirtió la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Las condiciones se agravarán en lo que resta de este mes y agosto próximo, precisó el organismo, afiliado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), y emitió una serie de recomendaciones a las naciones en esa región para evitar riesgos a la salud, incluso la muerte.
Indicó que las predicciones meteorológicas para el hemisferio norte señalan que durante el verano se esperan olas de calor, “condiciones que pueden aumentar el estrés causado por la sequía, provocar incendios forestales y ocasionar efectos en la salud humana”.
El calor puede causar síntomas severos, como agotamiento por calor, pérdida del conocimiento y fallas orgánicas, explicó la OPS y precisó que la mayoría de muertes por altas temperaturas se deben al agravamiento de enfermedades cardiopulmonares, renales, endocrinas y psiquiátricas.
Además, existen otros síntomas leves como edemas en miembros inferiores, erupción en cuello, calambres, dolor de cabeza, irritabilidad, letargo y debilidad. Sin embargo, la respuesta al calor depende de la capacidad de adaptación de cada persona, por lo que es importante mantenerse en alerta, sugirió.
Los países del norte y centro de América deben adoptar planes de contingencia para enfrentar las olas de calor y proteger a la población, principalmente a las personas en mayor riesgo (adultos mayores, niños y pacientes con enfermedades crónicas).
Esos planes, enfatizó, deberían caracterizar el grado de la amenaza, contar con procedimientos de activación de la alerta, roles y funciones, y establecer mecanismos de coordinación intra e interinstitucional.
Asimismo, fortalecer la vigilancia epidemiológica de la morbilidad y mortalidad asociada al calor, la capacidad de los servicios de salud (capacitación de personal, nuevos hospitales y mayor equipamiento), reforzar las acciones locales y alentar la participación de medios de comunicación y de la comunidad.
Durante el verano de 2018-2019, siete países de América (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Uruguay y México) se vieron afectados por olas de calor que no se había visto antes en la región, recordó la OPS, la organización internacional de salud pública más antigua del mundo.