El mal manejo de los temas de seguridad beneficia a los grupos delictivos y afectan la imagen de la naciente Guardia Nacional, dijo Marko Cortés.
CDMX.- La extrema irresponsabilidad con la que el gobierno ha manejado la crisis en la Policía Federal solo está favoreciendo a la inseguridad y de paso deteriora la imagen de la naciente Guardia Nacional, afirmó el Presidente de Acción Nacional, Marko Cortés.
“Hacemos un llamado al Presidente de la República para que actúe con prudencia y respeto a las fuerzas policiacas, logrando una correcta integración de la Guardia Nacional a las tareas de seguridad, porque de ello depende que se recupere la paz. El mal manejo de la crisis en la Policía Federal solo beneficia a la delincuencia y pone en entredicho la imagen de la naciente Guardia Nacional”, dijo.
El gobierno federal no puede seguir equivocándose en la estrategia de seguridad cuando el primer semestre de este año ha sido el más violento del que se tenga registro en México con 17 mil 65 homicidios dolosos y feminicidios, según el conteo diario del gabinete de seguridad.
Paralelamente, explicó el Presidente de Acción Nacional, se requiere instrumentar acciones concretas y una estrategia clara sobre seguridad pública que, hasta ahora, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana no ha sido capaz de elaborar y presentar a los mexicanos.
“En ningún país se ha enfrentado con éxito al crimen organizado con treguas, ni con “buenas intenciones”, ni discursos retóricos como lo pretende hacer López Obrador, sino con estrategias operativas y de inteligencia y bien enfocada a los grupos criminales. López Obrador ya no puede seguir administrando la inseguridad, los ciudadanos queremos resultados”, aclaró.
Marko Cortés aseguró que mientras no logre una adecuada instrumentación de la Guardia Nacional y se defina una estrategia eficiente, el Presidente de la República volvería a incumplir su promesa de que en seis meses (en octubre) dará resultados en materia de seguridad, una vez que opere plenamente el nuevo cuerpo policial.
A los mexicanos, concluyó, se les acaba la paciencia porque hora tras hora, día con día y semana tras semana, siguen a merced de la delincuencia y la inseguridad, mientas las autoridades continúan tratando con torpeza los asuntos relacionados con la seguridad pública.