Tasas de crecimiento del PIB no permiten reducir pobreza sustancialmente, refiere Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
CDMX.- La corrupción y la delincuencia han sido factores destacados que limitaron el crecimiento de la economía mexicana por décadas. Encarar estos problemas, tendría que ser una importante prioridad para las políticas públicas.
Las tasas de crecimiento económico que ha mantenido el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano en las últimas décadas, no permiten alcanzar una reducción sustancial de la pobreza y desigualdad.
Así lo señaló Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), frente a legisladores en el Senado de la República.
Antes, se reunió en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador y durante más de una hora conversaron sobre la aplicación de nuevos enfoques en la relación de México con el FMI, como la honestidad, igualdad de género, respeto al ambiente y combate a la pobreza.
Durante el primer día de su segunda visita a México, resaltó que se encuentra optimista tras identificar que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha definido la reducción de la pobreza y desigualdad como objetivos de gobierno.
“El presidente López Obrador ha definido la reducción de la pobreza y la desigualdad como un objetivo de su gobierno, ha formulado propuestas concretas para afianzar la inclusión financiera. Existen motivos para ser optimistas”, expuso.
Sin embargo, reconoció que la informalidad en el mercado laboral, la limitada competencia en algunos sectores y el insuficiente acceso a servicios financieros y de telecomunicaciones son factores que limitan un despegue de la actividad económica.
Elevar el crecimiento debe ser una prioridad, dijo, aunque es igual de importante planear el tipo de crecimiento que se impulsará.
Con información de agencias