Para la década de los 70’s fueron removidos y llevados a esa zona, con la ilusión de un mejor lugar para vivir, sin saber que al pasar de los años significara esto un sufrimiento.

TIJUANA.- El problema se originó en el mes de mayo del 2015, luego del deslave de casas ocurrido en la colonia Anexa Miramar.



Fue ahí, cuando los vecinos de la Sánchez Taboada comenzaron a ver cómo sus hogares también se iban resquebrajando poco a poco. 



El miedo se comenzó apoderar de los residentes, sobretodo de aquellos con las casas más humildes, los cuales fueron los primeros en sufrir de la fuerza de la naturaleza, en este caso específico, de la tierra que comenzaba a poner riesgo años de inversión y trabajo. 



Para julio del mismo año, más de 40 viviendas ya habían sido etiquetadas como zona de riesgo bajo la sospecha de que pronto formarían parte de la estadística de hogares caídos por los deslaves.



No pasaron muchas semanas para que pasara lo inevitable, la primera casa derrumbada, la cual casi se cobra la vida un niño de 8 años, mismo que pudo ser salvado por su madre justo antes de que la tierra se lo tragara. 



"Pude ver cómo la tierra se venía, lo alcance a jalar del brazo y un pedazo de tierra si le alcanzó agarrar el pie, pero como fue poco, lo alcancé a sacar"; señaló la madre todavía preocupada por lo que acaba de ver.



Con el tiempo, fueron cayendo más hogares y con ello más personas en busca de refugio, a la vez, se iba filtrando la verdad del por qué se movía la tierra por aquellos lados de Tijuana.



Los habitantes de la Sánchez Taboada son personas que fueron reubicados luego de ser parte de la conocida “Cartolandia”; una serie de hogares construidos en la canalización del Río Tijuana. 



Para la década de los 70’s fueron removidos con la ilusión de un mejor lugar para vivir, sin saber que al pasar de los años significara esto un sufrimiento, así como la inevitable decisión de volver a cambiar de zona para de nuevo construir una morada. 



"Nosotros somos parte de una reubicación que se dio cuando nos sacaron de la canalización, ahora nos quieren volver a reubicar porque aquí el agua se filtra por debajo y la CESPT lo sabía y no hacía nada hasta que pasó lo que tenía que pasar"; subrayó un vecino molesto. 



Hoy en día, la colonia sigue padeciendo de los deslizamientos de la tierra, muchos ya se fueron al igual que sus ilusiones, las cuales se han ido perdiendo cada vez que son reubicados en busca de un hogar.