Como ama de casa y comerciante puedo considerarme una persona feliz. A pesar de los errores que he cometido como madre puedo salir adelante con la ayuda de las personas que siempre me rodean. Me he encontrado en días donde tengo que trabajar el doble para sacar para comer.

Trabajo en un sobre ruedas y como a veces puedo sacar mucho dinero, hay veces que no puedo sacar nada. Tengo que aprender a administrar lo que gano. Gracias a Dios tengo a mi marido que me ayuda cuando lo necesito y yo a él.

Cuando tengo tiempo me gusta estar con mi familia, ellos son todo para mí.

Desde hace 16 años aprendí cosas que me hubiera gustado saber desde que tuve a mis hijos. No nacemos sabiendo como ser padres. Como dicen, nunca estás preparado para serlo. Pero, realmente recomiendo a las personas que siempre mantengan una muy buena comunicación con sus hijos, que haya confianza.

Hace 16 años yo creí que había confianza con mis hijos, hasta que una de ellas decidió quitarse la vida porque no se encontraba en un buen momento, se sentía triste y deprimida. Un día llegando a casa la vimos tirada en el piso y no pasó ni un segundo que la llevamos al hospital. Después de largas horas nos dijeron que no pudieron hacer nada para mantenerla con vida. Me destrozó el corazón, pues uno piensa que todo está bien hasta que pasan ese tipo de cosas.”