Si irse a vivir al Cuartel Militar propiciará la necesaria coordinación con todas las corporaciones encargadas de la seguridad en Tijuana, entonces la decisión de la alcaldesa Montserrat Caballero podrá de justificarse

Por Alberto SARMIENTO REYES / HIPTEX

De todas las declaraciones que ha emitido la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, la más reciente, sobre su decisión de residir en el Cuartel Militar de cls colonia Morelos, ante las amenazas que ha recibido, ha sido sin duda la más polémica.

El anuncio ha merecido no solo el interés de los medios de la Ciudad de México y retomado por algunos de otras entidades del País e incluso no pocos internacionales.

En tratándose de la integridad de la primer edil, se le debe dar el beneficio de la duda en su decisión, la que seguramente analizó a profundidad por lo que implica en lo personal y familiar, así como el impacto político que tendría.

Por ello es difícil analizar decisión de aceptar la “invitación” de las Fuerzas Armadas para que cambie su residencia al interior del Cuartel Militar en Tijuana, lo cual se habrá de materializar en los próximos días.

Pero el sentir en las “benditas” redes sociales coincide con la conclusión de analistas políticos: es tan grave la inseguridad en Tijuana que su alcaldesa debe resguardase en instalaciones militares para garantizar su integridad.

Analistas han sido más severos: coinciden que la decisión de la alcaldesa Montserrat Caballero de vivir bajo el techo protegido por militares se puede interpretar como el fracaso de la estrategia de seguridad en Tijuana y el reconocimiento a la fuerza alcanzada por el crimen organizado en esta fronteriza ciudad.

Sin entrar en detalles, Montserrat Caballero ha denunciado amenazas del crimen organizado, unas por redes sociales, otras por internet y unas más por medios que no ha querido precisar. No hay motivos para no creerle.

El atentado contra uno de sus escoltas, hace algunas semanas, fue el detonante para que la alcaldesa Montserrat Caballero hiciera públicas las amenazas recibidas y, seguramente, para tomar la decisión de residir en el Cuartel Militar de la colonia Morelos.

La primer edil ha referido que el decomiso histórico de armas de fuego que registra la Policía Municipal, así como la detención de los llamados “generadores de violencia” u “objetivos prioritarios”, son el motivo de la respuesta, vía amenazas, del crimen organizado.

Lamentablemente, la ola de asesinatos e inseguridad no cesa en la ciudad que gobierna: abandonan siete cadáveres en una camioneta, matan a un joven de 15 años mientras su padre, un payaso, amenizaba una fiesta infantil, dos mujeres atacadas a plena luz del día (una muere)…

Y así se pueden seguir mencionando homicidios en Tijuana. El asesinato de hoy “sepulta” al de ayer.

Si irse a vivir al Cuartel Militar propiciará la necesaria coordinación con todas las corporaciones y dependencias encargadas de la seguridad en Tijuana, entonces la decisión de la alcaldesa Montserrat Caballero podrá de justificarse.

De lo contrario, los criminales seguirán matando en las calles de Tijuana por la falta de coordinación entre quienes deberían estar organizados para brindarle seguridad a los tijuanenses.