ENSENADA.- Copa de vino tinto en mano, con un reconocimiento a la importancia de la actividad vitivinícola en la generación de turismo, pero también poniendo sobre la mesa el respeto a la actividad agrícola de los valles y la necesidad de más agua, ayer inició la edición XXVII de las Fiestas de la Vendimia.

“Los vitivinicultores le hemos apostado a nuestra tierra, al esfuerzo, al trabajo cotidiano, a la tecnología; hemos apostado a la unidad y hemos construido paso a paso, cosecha tras cosecha, lo que hace 27 años sólo fue un sueño”, remembró el presidente de Provino, Hans Backhoff.

Siendo este año el eje rector el turismo sostenible para el desarrollo, Backhoff recalcó que es deber de los productores abanderar el desarrollo enoturístico de la región desde una óptica del absoluto respeto a la vocación rural y agrícola de sus valles.

El crecimiento en el consumo proyectado para los próximos cinco o diez años, al pasar de 750 mililitros a los dos litros per cápita, abre una gran ventana de oportunidad, pero también demanda un compromiso absoluto en temas como el abastecimiento de agua requerido para aumentar los cultivos de viñedos, reflexionó Backhoff Guerrero, también director de Monte Xanic.

Otro de los grandes temas es el del Reglamento del Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada; Hans confió en que próximamente esté listo y preservará el uso agrícola del Valle de Guadalupe.

LEALES AL VINO MEXICANO; SALVARON LA ACTIVIDAD TURÍSTICA EN BC

Al hacer uso del micrófono, el secretario de Turismo en la entidad, Oscar Escobedo, aseveró que “la lealtad del mexicano a su vino en relación a la producción y porcentaje que consume es mayor que, por ejemplo, de Italia”.

Luego celebró que en el año 2008, cuando había preocupación por la caída del turismo, la actividad vinícola salvó el turismo en la entidad hasta convertir la Ruta del Vino en uno de los lugares favoritos del mexicano.

Del tema del agua, dijo que hay que solucionarlo.