Durante la temporada invernal la piel puede secarse, presentar aspecto y textura áspera entre otras características, lo que puede empeorar padecimientos como la psoriasis, dermatitis atópica o el acné
Durante la temporada invernal la piel puede secarse, presentar aspecto y textura áspera entre otras características, lo que puede empeorar padecimientos como la psoriasis, dermatitis atópica o el acné