​​​​​​​Entre los síntomas más frecuentes están presión pélvica, dolor, síntomas urinarios o rectales y sangrado uterino anormal e infertilidad.

 



Entre 5 y 10 por ciento de los casos de infertilidad de la mujer están asociados con la miomatosis, que es la formación o presencia de miomas múltiples, y se estima que es la causa única para no concebir en casi el tres por ciento de los casos, afirmó el ginecólogo Alfonso Martínez.

El especialista de INGENES explicó que la prevalencia de miomatosis uterina en edad fértil se calcula entre 20 y 40 por ciento, y que es más común en mujeres afroamericanas. Expuso que su incidencia acumulada para la edad de 50 años, es de más del 80 por ciento en mujeres afroamericanas y 70 por ciento en mujeres caucásicas.

Los factores de mayor riesgo asociados a la presencia de miomas son la edad, raza, factores hereditarios (genes), nuliparidad, tabaquismo, alto consumo en carnes rojas, consumo de alcohol, deficiencia de vitamina D y ETS (Vaginosis bacteriana).

Entre los síntomas más frecuentes están presión pélvica, dolor, síntomas urinarios o rectales y sangrado uterino anormal e infertilidad.

Los principales efectos por los que los miomas uterinos pueden influir en la infertilidad son la interferencia con el transporte espermático y la falla en la implantación (alteración anatómica del endometrio, alteración en el aclaramiento de sangre o coágulos, alteración del desarrollo endometrial normal, inflamación endometrial crónica y factores endócrinos locales anormales).

En esencia, mencionó Alfonso Martínez, los miomas son tumores que se inician en una sola célula de músculo liso uterino y que tienen componentes fibroides, pueden crecer en cualquier parte del útero bajo la influencia de factores de crecimiento locales, citosinas y hormonas sexuales.

Los miomas uterinos se han clasificado como: submucosos, si distorsionan la cavidad uterina; intramurales, si residen predominantemente dentro de la pared miometrial uterina, y subserosos, si protruyen fuera de la superficie uterina.

Mencionó que es importante aclarar que el número y localización de los miomas, mantiene una correlación con los síntomas y el efecto en la fertilidad.

Destacó que 12.6 por ciento de las pacientes que inician un ciclo de Fecundación In Vitro (FIV) tienen miomatosis uterina, y este número puede llegar a 25 por ciento en mujeres de edad avanzada en ciclos de donación ovocitaria. Esto, aunado a la probabilidad actual de prolongar la vida reproductiva con el consecuente aumento en la prevalencia de la enfermedad, la sitúa en un papel preponderante dentro del área reproductiva.

En un comunicado, informó que para el tratamiento de esta patología se han desarrollado múltiples opciones, desde la miomectomía, que continúa siendo el patrón de referencia de tratamiento conservador de la patología, abordajes de “mínima invasión” como la embolización selectiva, la ablación ultrasonográfica guiada por ultrasonido, miomectomías histeroscópicas y tratamientos farmacológicos (aGnrH y acetato de ulipristal).

En cuanto al tratamiento para buscar un bebé, la FIV es particularmente efectiva cuando la miomatosis uterina no afecta la cavidad endometrial, porque los miomas suelen alterar el transporte de los espermatozoides y el proceso de implantación del embrión; hace posible fecundar el óvulo en un laboratorio y después colocar los embriones con mayor poder de implantación en el sitio indicado dentro del útero.