Critica designación de Jaime Bonilla Valdez primero como senador, luego como coordinador de delegados federales y como precandidato único de Morena a la gubernatura de Baja California.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- No regresar a época donde se conocían los candidatos y se sabía quién iba a gobernar, fue el llamado realizado a los bajacalifornianos por parte de Gustavo de Hoyos Walther, presidente nacional de Coparmex, ante los próximos comicios donde se elegirá gobernador.

¿Vamos a regresar a los 70 o a mantener la capacidad de los bajacalifornianos de decidir más allá de nuestras preferencias el destino de este Estado? Ese es el reto en materia de federalismo, expresó.

Al criticar la designación del candidato de Morena a la gubernatura, Jaime Bonilla Valdez, desde la Presidencia de la República, De Hoyos Walther conminó a no tener regresión en materia de federalismo político.

Sin pronunciar el nombre de Bonilla Valdez, durante su discurso en la toma de protesta del nuevo consejo directivo de Coparmex Tijuana, lamentó que desde la institución presidencial se pueda decidir quién representa al Estado en el Senado; con meses de diferencia al gobierno federal en su conjunto y si la misma persona representa a ese proyecto político en una candidatura gubernamental.

Sin mencionarlo directamente, De Hoyos Walther hacía referencia al senador con licencia Jaime Bonilla Valdez, quien coordina a los delegados federales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en Baja California y será el candidato de unidad de Morena por la gubernatura del Estado en los próximos comicios.

El dirigente empresarial exhortó a pensar qué democracia queremos: regresar a la de partido cuasi único, a los 70, o una democracia vibrante “como la que ha permitido la alternancia que hoy tenemos”.

Expuso que más allá del partidismo propio, es necesario no regresar a la eṕoca donde una vez que se conocen los candidatos en automático se sabe quién va a gobernar.

En Baja California la última imposición que estuvimos a punto de sufrir data de 1975, cuando los candidatos y en automático gobernadores se decidían desde Ciudad de México. “La fatalidad interrumpió ese designio”. (lgs)