La democracia le ha salido muy cara tanto a Ruvalcaba Flores como al priismo bajacaliforniano.

Por Alberto Sarmiento Reyes / Hiptex



Definitivamente al priismo eso de las elecciones abiertas no se le da. Si bien el más reciente experimento para elegir a su dirigente estatal fue un éxito, los costos han resultado sumamente altos.



David Ruvalcaba Flores logró vencer, a penas por 17 votos a su contrincante Jesús García Castro. Fue una contienda abierta en la que tomaron parte más de 400 consejeros políticos estatales.



Pero la democracia le ha salido muy cara tanto a Ruvalcaba Flores como al priismo bajacaliforniano.



Hoy, a poco menos dos meses de esa elección, los priistas en la entidad se encuentran más confrontados que antes del 26 de julio, cuando eligieron democráticamente a su dirigente estatal.



Aunque el sucesor de Chris López Alvarado ofreció unidad, la renovación de las dirigencias en los jóvenes como en las mujeres, han polarizado las posiciones que durante años han caracterizado a un dividido priismo en Baja California.



Un expresión de ello es la reciente y explosiva confrontación por el liderazgo estatal de la Red Jóvenes x México, donde se acusa a David Ruvalcaba se buscar complacer al hankismo, colocando a la extrovertida y polémica Bárbara Contreras.



De Contreras, los priistas conocen muy poco en cuanto a militancia partidista, en cuanto a su trabajo político, son contadas y desafortunadas sus apariciones.



Las posturas encontradas, han paralizado el proceso entre los jóvenes priistas, que con mucho menos años y trayectoria política han demostrado que están a la altura de los priistas mayores de edad en eso de la grilla y la división.



Por lo que toca a la renovación en el Organismo de Mujeres del PRI, OMPRI, apenas el sábado pasado David Ruvalcaba y la delegada nacional de la organización, Martha Guevara de la Rosa, presumieron el lanzamiento de la convocatoria respectiva.



Y con todo que ya estaban en proceso de registro dos fórmulas, finalmente el Comité Ejecutivo Nacional del partido y del Organismo de Mujeres del PRI, decidieron cancelar el proceso electoral.



Martha Rubio y Olivia Villalaz, integrantes de la fórmula afín a David Ruvalcaba de inmediato acusaron a la diputada federal Nancy Sánchez Arredondo de haber ejercido presiones para suspender el proceso.



La razón, aseguran, es que la diputada federal impulsa a la fórmula que integran Cinthya Ruiz Ramos e Iris Juárez, la primera, fue candidata secretaria general en la propuesta que Nancy Sánchez empujó con Jesús García Castro para retener el poder en el comité directivo estatal. 



El proceso interno de las mujeres se manoseó de tal manera que una y otra fórmula presumían cartas de apoyo de organismos femeniles de algunos sectores o a nivel municipal. 



Y eso que no pasan de seis los organismos en posibilidad de brindar esos apoyos, y que eran requisitos dentro de la convocatoria lanzada el fin de semana pasada.



Las acusaciones van en todas direcciones. Unas mujeres arremeten contra Nancy Sánchez, a quien señalan de pretender controlar el OMPRI a través de Cinthya Ruiz, pero no está dispuesta a exponerla una contienda abierta y que sume una nueva derrota.



Será el sereno, pero al menos en papel las mujeres priistas reconocieron que había una convocatoria bien elaborada y una Comisión de Proceso Interno que daba garantías con Karla Villalobos y Daniela Allende, al frente del proceso. Pero de nada sirvió.



En el fondo de la disputa entre los jóvenes y mujeres priistas, está la elección de David Ruvalcaba, porque la unidad nunca se logró… por el contrario se ha ahondado.



Pero ya no estamos hablando de los dos grandes grupos, hankistas y castrotrentistas, sino entre quienes apoyaron a Rubalcaba y los que lo hicieron con García Castro. 



A ello súmele, que David Ruvalcaba ha perdido el apoyo de algunos priistas que le apoyaron en la contienda interna y hoy lo atacan un día sì y otro también.



En definitiva, la democracia no es para el PRI… de hecho nunca lo ha sido… la elección de David Ruvalcaba fue flor de un día… y ya se está marchitando.