Los efectos negativos al medio ambiente son multidimensionales, pues se presentan en el aire, suelo y mantos acuíferos, así como la fauna de los hábitats.

CDMX.- Las afectaciones ambientales que genera el huachicoleo comprometen la salud no solo de las personas que cometen el ilícito, sino de las cientos de comunidades donde se realiza, alertó el especialista de la Universidad Anáhuac, Miguel Ángel Santinelli.

En entrevista a Notimex, el catedrático e investigador explicó que esta práctica ilegal tiene implicaciones sociales y económicas, pero también ambientales, por lo que urgió a las autoridades a ocuparse de éstas.

Detalló que los efectos negativos al medio ambiente son multidimensionales, pues se presentan en el aire, suelo y mantos acuíferos, así como la fauna de los hábitats de esos sitios, pero que se pueden extender aún más.

“No es un tema solamente de las afectaciones ambientales del accidente que hubo en Hidalgo, sino que es un tema de cualquier ordeña, en cualquier parte de la República o de cualquier parte del mundo, donde se estén llevando estas prácticas ilícitas”, expuso.

Explicó que cuando la gasolina entra en contacto con el aire y se evapora forma compuestos aromáticos y orgánicos volátiles, los cuales contaminan la atmósfera que con la acción de sol se convierten en secundarios.

“Una vez que estos contaminantes se juntan con el dióxido de carbono, con los óxidos de azufre, con los óxidos de nitrógeno, esto puede generar nuevos contaminantes, por eso se habla de contaminantes primarios y secundarios”, detalló.

Más aún, dijo, si esta gasolina se incendia, como ocurrió en el accidente de Tlahuelilpan, Hidalgo, el proceso de combustión genera CO2, óxido de nitrógeno, óxido de azufre, los cuales son gases de efecto invernadero, que conlleva al calentamiento global y cambio climático.

El director de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac señaló que al entrar en contacto con la tierra, la gasolina afecta toda fauna y flora, desde organismos microscópicos como protozoarios, bacterias, hasta hongos, lombrices e insectos.

En ese punto, destacó la importancia de los hongos en el suelo, pues permiten que la materia orgánica que se genera por plantas y animales, se desagregue en nutrimentos y sean absorbidos por los árboles y flora que da sustento a la presencia de fauna.

Miguel Ángel Santinelli indicó que el impacto ambiental por derrame de gasolina es tan alto que provoca afectaciones a la cubierta vegetal y convirtiéndolo en terreno infértil.

El experto en ecología detalló que el huachicoleo al ser una actividad ilícita se lleva a cabo en sembradíos lejanos a las zonas urbanas, lo cual impacta extensas zonas cultivables, que son las que producen nuestros alimentos.

Añadió que para hacer el robo de combustible, los huachicoleros forman “tinas” del hidrocarburo, que son absorbidos por el suelo y pueden llegar a los mantos freáticos, afectando los recursos hídricos, pues el agua de la zona pierde calidad.

Este impacto ambiental negativo, dijo, no solo se dan en el sitio de ordena de los duchos, sino a lo largo de todo el proceso de distribución de esta gasolina robada, la carga de los bidones o envases que se utilicen para transportarla, el traslado y almacenaje.

Señaló que la contaminación atmosférica que genera el robo de combustible, el propio contacto que tienen las personas que participan en éste ilícito sin equipo adecuado, así como la contaminación del agua afectan la salud de las personas.

“Como siempre los adultos mayores y los niños menores a cinco años son los que siempre están expuestos a tener mayor riesgo a la exposición de cualquier tóxico o cualquier contaminante” comentó.

Insistió en la necesidad que se atienda la restauración ambiental en la zona de Tlahuelilpan, pero también en cientos de lugares donde se han registrado tomas clandestinas, cuya bioremediación tiene un costo de 175 mil pesos por hectárea, que difícilmente pueden financiar los agricultores.

Dijo que éste es un buen momento para realizar esta tarea porque es la época más seca del año, de lo contrario los contaminantes se seguirán dispersando, más aún en la temporada de lluvias.