Al igual que a Roberto Borge, a Javier Duarte se le consideró una persona non grata en el PRI. Otro ex gobernador ejemplo del “nuevo PRI”, es César Duarte que gobernó Chihuahua y hoy es considerado prófugo de la justicia.

Por: Alberto Sarmiento Reyes / Hiptex
Ya en prisión, Roberto Borge ha perdido sus derechos como militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que fue ejemplo hace apenas unos años bajo el manto protector del Presidente Enrique Peña Nieto.

Al igual que Javier Duarte, otro ex gobernador en el desamparo político y tras las rejas en una prisión en el extranjero, Roberto Borge fue expulsado del partido que lo encumbró en el poder: “por acreditarse las conductas que se le imputan respecto a su falta de probidad como gobernador de Quintana Roo, y que provocaron desprestigio y daños a la imagen del PRI”.

Debieron pasar poco más de ocho meses y que el ex mandatario de Quintana Roo fuera detenido en Panamá, acusado de ser el responsable de una millonaria operación de compraventa de terrenos costeros de aquella turística entidad a un precio mucho más bajo que el real, con el objetivo de lavar dinero, para que el PRI dictaminase que procedía su expulsión.

Aunque desde diciembre del año pasado había ya perdido sus derechos, apenas ayer la Comisión de Justicia Partidaria detalló que se declaró fundado el procedimiento sancionador contra Borge Angulo.

En octubre del año pasado, el PRI tomó una medida similar contra otro ex gobernador y ejemplo del “nuevo PRI”, y también cercano al presidente de la república, que en su momento los llegó a mencionar como ejemplo del PRI renovado que encabezaba y habrían de transformar al País.

Ya señalado como el ejemplo del ex gobernador más corrupto que ha tenido México, Javier Duarte pidió licencia al Congreso para dejar el cargo de gobernador de Veracruz. Solo entonces, el PRI procedió con su expulsión.

En octubre de aquel año, la Comisión de Justicia Partidaria resolvió decretar la expulsión de Javier Duarte de Ochoa “porque se acreditó, con diversos medios de prueba, que violó sistemáticamente los Estatutos del partido y los Códigos de Ética y de Justicia Partidaria, al cometer actos de falta de probidad durante su gestión como gobernador del estado de Veracruz”.

Al igual que a Roberto Borge, a Javier Duarte se le consideró una persona non grata en el PRI. Otro ex gobernador ejemplo del “nuevo PRI”, es César Duarte que gobernó Chihuahua y hoy es considerado prófugo de la justicia, acusado de desvío de recursos públicos. Sigue siendo militante del tricolor aunque con derechos suspendidos. Habrá de esperar que sea detenido para que se determine su expulsión.

El otro ejemplo del “nuevo PRI”, es el aún gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, con señalamientos de irregularidades en su contra, pero a diferencia de César Duarte, Javier Duarte y Roberto Borge, sigue contando con el respaldo total del presidente Peña Nieto, al menos eso se observó en los meses recientes y previo a los comicios del pasado domingo 4 de junio para renovar la gubernatura. ¿Se quedará Eruviel Ávila como el único ejemplo del “nuevo PRI”? El rumbo que tome el proceso electoral, actualmente en disputa en los cómputos distritales mexiquense, será lo que marque el futuro de la única carta que le queda al presidente Peña Nieto para rescatar algo de credibilidad en el “nuevo PRI” que impulsó cuando llegó a Los Pinos.