Además, anticipó vientos fuertes con rachas superiores a los 50 kilómetros por hora en la entidad.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- Para las próximas horas se pronostican tormentas fuertes en Baja California, confirmó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su reporte de la mañana de este jueves.

Además, anticipó vientos fuertes con rachas superiores a los 50 kilómetros por hora en la entidad.

Dichas condiciones meteorológicas serán ocasionadas por el nuevo frente frío número 29 que se aproxima al extremo Noroeste de México y en interacción con un fuerte pulso de la corriente en chorro, puntualizó.

Para el jueves 17 de enero anunció Intervalos de chubascos con tormentas puntuales fuertes  de 25 a 50 milímetros de acumulación de lluvia para el Estado.

Por su parte, otros sistemas meteorológicos coincidieron en 90 por ciento de probabilidades de lluvia para hoy a partir de las dos de la tarde, arreciando conforme avance la jornada y hasta la media noche.





Para el viernes, el SMN adelantó intervalos de chubascos no mayores a 25 milímetros de acumulación y rachas de viento superiores a los 60 kilómetros por hora en la entidad. Otros sistemas no coinciden en la probabilidad de lluvia para ese día.

Para sábado y domingo no hay probabilidad de lluvia ni nevadas en las montañas de Baja California.

El lunes, al anticiparse una semana lluviosa para Baja California por parte del Servicio Meteorológico Nacional, la Dirección Estatal de Protección Civil advirtió el riesgo de colapso de muros, bardas y viviendas expuestas en las laderas con mucha pendiente en Tijuana, donde deslizamientos permanecen activos, como en el caso de Lomas del Rubí.

“En Tijuana, poner especial atención a muros, bardas y viviendas expuestos en las laderas con mucha pendiente, éstos pueden colapsar sin previo aviso, y en las taludes, poner atención a los posibles flujos de lodo y caídas de rocas de manera súbita”, expuso entonces la autoridad estatal.

Por su parte, la Dirección de Bomberos Tijuana también indicó el riesgo de deslizamiento debido a la saturación del terreno con agua por lluvias previas. (lgs)