Su visita a Tijuana pondrá a prueba el trabajo desarrollado por sus principales operadores en la entidad, el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán y el ex titular del secretariado de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Oscar Vega Marín.
Por Alberto Sarmiento Reyes / Hiptex
Como en ninguna otra entidad del País, Margarita Zavala enfrenta en Baja California el control que Ricardo Anaya ejerce al interior del panismo, en especial el asentado en aquellas entidades donde son gobierno y sus mandatarios están alineados con el dirigente nacional panista.
Ya en anteriores giras que la ex primera dama ha realizado por Baja California, como parte del proyecto que encabeza para alcanzar la candidatura presidencial por su partido, Acción Nacional, ha sentido el vacío que el panismo local le hace.
Este día, la ex primera dama tratará de romper el control que su principal adversario tiene en Baja California, y que ejecuta mediante la estrecha relación que existe, desde hace mucho tiempo entre Santiago Creel Miranda, ex secretario de Gobernación, hoy muy cercano a Ricardo Anaya, y el gobernador Francisco Kiko Vega de Lamadrid.
Margarita Zavala llega a Tijuana como parte de la gira que realiza en calidad de presidente de la fundación “Yo con México”, la cual incluye un solo acto público. El resto de su agenda está dirigida a sostener reuniones privadas con la militancia y con sectores empresariales.
Margarita Zavala visitará Instituto Casa Madre Asunta, ubicado en la Colonia Postal de Tijuana, como parte de temática migratoria que su equipo ha decidido plantee en esa ciudad.
Sin embargo, en el plano partidista, la visita pondrá a prueba el trabajo desarrollado por sus principales operadores en la entidad, el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán y el ex titular del secretariado de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Oscar Vega Marín.
Ambos políticos, habrá de recordar, formaron parte de la corriente que encabezara el extinto José Francisco Blake Mora, titular de la Secretaría de Gobernación en el sexenio calderonista y que el infortunio truncó su carrera política que lo hubiese llevado a candidato a la gubernatura de la Baja California.
Fue precisamente en ese sexenio, donde Margarita Zavala pudo constatar el poder que su esposo mantuvo en el panismo nacional, que en el caso de Baja California se vio reflejado con la designación de delegados federales, pero principalmente la de algunos candidatos a puestos de elección popular.
El ejemplo más notorio, fue la del entonces diputado federal Carlos Torres.
Torres, de quien Margarita y Felipe Calderón fueron padrinos de boda, en una ceremonia que tuvo lugar en un hotel de Ensenada.
Corría 2010 y la definición de los candidatos se acercaba en el PAN. Alejandro Monraz Sustaita era el candidato “natural”, con el respaldo del entonces alcalde Jorge Ramos Hernández… pero Felipe Calderón se encargó alinear a todos en torno del proyecto de su ahijado… La derrota fue estrepitosa.
Es evidente que Margarita se sienta agraviada por el control que del PAN tiene Ricardo Anaya en Baja California y otras entidades del País, pero muchos panistas también se sintieron agraviados por las decisiones de su esposo… y si bien no fueron de ella al menos si guardo silencio.
Hoy, ya sin el poder de la Presidencia de la República, Margarita está copada por el poder su adversario político. El panismo en la entidad es controlado mayoritariamente por el gobernador Kiko Vega, a través de sus principales operadores al interior del PAN: la oficial mayor Loreto Quintero Quintero, su secretario general, Francisco Rueda Gómez, del ex secretario de Desarrollo Social, Ricardo Magaña Mosqueda, y del dirigente estatal del PAN, José Luis Ovando Patrón.
No está fácil la lucha de Margarita Zavala al interior del PAN… la gira que viene realizando le permitirá medir su alcance en una contienda con Ricardo Anaya. El problema no es la sobre exposición del líder nacional en los tiempos oficiales del PAN, sino en el control de la estructura panista a lo largo y ancho del País… igual que Felipe Calderón lo tuvo a lo largo de su sexenio.
Como en ninguna otra entidad del País, Margarita Zavala enfrenta en Baja California el control que Ricardo Anaya ejerce al interior del panismo, en especial el asentado en aquellas entidades donde son gobierno y sus mandatarios están alineados con el dirigente nacional panista.
Ya en anteriores giras que la ex primera dama ha realizado por Baja California, como parte del proyecto que encabeza para alcanzar la candidatura presidencial por su partido, Acción Nacional, ha sentido el vacío que el panismo local le hace.
Este día, la ex primera dama tratará de romper el control que su principal adversario tiene en Baja California, y que ejecuta mediante la estrecha relación que existe, desde hace mucho tiempo entre Santiago Creel Miranda, ex secretario de Gobernación, hoy muy cercano a Ricardo Anaya, y el gobernador Francisco Kiko Vega de Lamadrid.
Margarita Zavala llega a Tijuana como parte de la gira que realiza en calidad de presidente de la fundación “Yo con México”, la cual incluye un solo acto público. El resto de su agenda está dirigida a sostener reuniones privadas con la militancia y con sectores empresariales.
Margarita Zavala visitará Instituto Casa Madre Asunta, ubicado en la Colonia Postal de Tijuana, como parte de temática migratoria que su equipo ha decidido plantee en esa ciudad.
Sin embargo, en el plano partidista, la visita pondrá a prueba el trabajo desarrollado por sus principales operadores en la entidad, el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán y el ex titular del secretariado de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Oscar Vega Marín.
Ambos políticos, habrá de recordar, formaron parte de la corriente que encabezara el extinto José Francisco Blake Mora, titular de la Secretaría de Gobernación en el sexenio calderonista y que el infortunio truncó su carrera política que lo hubiese llevado a candidato a la gubernatura de la Baja California.
Fue precisamente en ese sexenio, donde Margarita Zavala pudo constatar el poder que su esposo mantuvo en el panismo nacional, que en el caso de Baja California se vio reflejado con la designación de delegados federales, pero principalmente la de algunos candidatos a puestos de elección popular.
El ejemplo más notorio, fue la del entonces diputado federal Carlos Torres.
Torres, de quien Margarita y Felipe Calderón fueron padrinos de boda, en una ceremonia que tuvo lugar en un hotel de Ensenada.
Corría 2010 y la definición de los candidatos se acercaba en el PAN. Alejandro Monraz Sustaita era el candidato “natural”, con el respaldo del entonces alcalde Jorge Ramos Hernández… pero Felipe Calderón se encargó alinear a todos en torno del proyecto de su ahijado… La derrota fue estrepitosa.
Es evidente que Margarita se sienta agraviada por el control que del PAN tiene Ricardo Anaya en Baja California y otras entidades del País, pero muchos panistas también se sintieron agraviados por las decisiones de su esposo… y si bien no fueron de ella al menos si guardo silencio.
Hoy, ya sin el poder de la Presidencia de la República, Margarita está copada por el poder su adversario político. El panismo en la entidad es controlado mayoritariamente por el gobernador Kiko Vega, a través de sus principales operadores al interior del PAN: la oficial mayor Loreto Quintero Quintero, su secretario general, Francisco Rueda Gómez, del ex secretario de Desarrollo Social, Ricardo Magaña Mosqueda, y del dirigente estatal del PAN, José Luis Ovando Patrón.
No está fácil la lucha de Margarita Zavala al interior del PAN… la gira que viene realizando le permitirá medir su alcance en una contienda con Ricardo Anaya. El problema no es la sobre exposición del líder nacional en los tiempos oficiales del PAN, sino en el control de la estructura panista a lo largo y ancho del País… igual que Felipe Calderón lo tuvo a lo largo de su sexenio.
