Unos 350 migrantes mexicanos que vienen de diferentes partes del país o han sido deportados de Estados Unidos carecen hasta de lo más indispensable en su albergue al aire libre ubicado en la Zona Norte.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- La realidad que viven migrantes mexicanos en esta frontera es diversa a la que enfrentan los centroamericanos de la caravana migrante asentados en la ciudad desde hace cinco semanas.

Si bien las dos son precarias, con múltiples carencias e historias de dificultad en todos los casos, los connacionales enfrentan circunstancias aún más difíciles por el simple hecho de no contar con un espacio formal proporcionado por las autoridades, como sí ha ocurrido con los integrantes de la caravana migrante, que cuentan ahora con dos albergues temporales, uno en una bodega de la Zona Norte y otro en "El Barretal".

A la par del primer campamento para centroamericanos instalado en la unidad deportiva "Benito Juárez" de la Zona Norte por autoridades municipales con la llegada de los primeros centroamericanos, Ángeles de la Frontera y la Alianza Migrante de Tijuana habilitaron uno para connacionales en la Plaza Constitución de la Zona Norte de Tijuana.

Ahí unos 350 migrantes que vienen de diferentes partes del país, deportados de Estados Unidos o carecen de domicilio fijo en la ciudad por enfrentar adicciones o vivir en condición de calle, pernoctan a la intemperie, cubriéndose apenas con casas de campaña y algunas cobijas.





A pesar de las gestiones de los organizadores, los migrantes mexicanos no han accedido ni siquiera a sanitarios públicos, necesarios como servicio básico para cualquier persona.

La llegada masiva de centroamericanos no sólo saturó albergues locales, sino que enfocó los esfuerzos de las autoridades de los tres órdenes de gobierno a la caravana migrante.

En casas de campaña, a la intemperie, viven y pernoctan centenares de connacionales a los que los organismos encargados del albergue buscan ofrecer oportunidades dignas de vida, con privacidad y un trabajo en el que puedan ocuparse y con el que puedan mantenerse.

Sergio Tamai, coordinador del albergue, dijo que espera que el nuevo gobierno federal apoye también a los connacionales que son mujeres solas, deportados y gente con adicciones que necesita ayuda, un lugar dónde vivir y un trabajo. (lgs)