Son en su mayoría varones jóvenes, aunque también hay mujeres con niños y algunos adolescentes que viajan solos. Buscan asilo político para ingresar legalmente a Estados Unidos; afirman huir de la pobreza y violencia en sus países de origen.

Redacción/ HIPTEX

TIJUANA.- Una segunda caravana con alrededor de 350 migrantes centroamericanos que buscan pedir asilo político en Estados Unidos llegó esta mañana a la ciudad.

Los inmigrantes son en su mayoría varones de entre 20 y 40 años de edad que pretenden cruzar a Estados Unidos por la vía legal, mediante la solicitud de asilo político, amnistía o permiso para trabajar y así ayudar a sus familias de países centroamericanos, principalmente Honduras, aunque también Nicaragua y Guatemala.

Si bien los pasajeros de los nueve autobuses que ingresaron a la ciudad por la carretera Tijuana-Tecate son en gran número varones adultos que viajan solos, también hay mujeres con niños y algunos adolescentes que pretenden reunirse con familiares en Estados Unidos o simplemente huyen de la violencia y falta de oportunidades en sus países de origen.

Los viajeros agradecieron la calidez y el apoyo de los mexicanos que los han ayudado en su desplazamiento de un mes en promedio para llegar a esta frontera de México con Estados Unidos.

Hubo quienes resaltaron las muestras de apoyo y aseguraron que los alimentos no les han faltado gracias a la solidaridad de los mexicanos; sin embargo, otros hablaron de haber sufrido hambre y llevar hasta tres días sin comer, desde que pasaron por Nayarit o por Jalisco, cuando recibieron los últimos alimentos.





Esta segunda caravana de migrantes se une a la primera de 85 integrantes de la comunidad LGBTI que llegó el fin de semana a Tijuana y se instaló en una casa arrendada de Playas de Tijuana.





El gobernador Francisco Vega de Lamadrid declaró el lunes que cifras no oficiales hablan del próximo arribo de por lo menos 5 mil centroamericanos a Baja California.

Migrantes que llegaron en los nueve autobuses facilitados por gobiernos de diferentes Estados de la República coincidieron en que es la pobreza, el hambre y la violencia de sus lugares de origen lo que los obligó a marcharse y migrar buscando oportunidades en Estados Unidos.

Nadie habló de tener intenciones de quedarse a vivir en México o temer que los permisos de ingreso a Norteamérica les sean negados.

Prefirieron mantenerse optimistas y pensar que obtendrán visas humanitarias tras su larga travesía de entre 20 días y un mes para llegar a esta frontera, por la que esperan internarse “al otro lado” por la vía legal.

Estados Unidos ha reforzado su frontera con militares y cerrado carriles vehiculares para instalar infraestructura de protección por el arribo de integrantes de la caravana migrante, a quienes el presidente norteamericano Donald Trump ha culpado de querer invadir su país.

Una nueva orden de inmigración detendrá las solicitudes de asilo por tres meses y Trump ha dicho que nadie que entre a ese país de manera ilegal obtendrá el beneficio.

Más de mil personas ajenas a la caravana migrante con ficha para cita con las autoridades de inmigración estadounidenses ya esperan ser atendidos en esta ciudad. Sin embargo, la atención fluye lenta por parte de Estados Unidos quien recibe a menos de 20 por día. (lgs)