Haley, en su momento separó a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por las críticas del organismo hacia la separación de niños inmigrantes de sus padres.

WASHINGTON.- Nikki Haley, una de las protagonistas en la administración del presidente norteamericano Donald Trump, caracterizada por su discursos directos afines a la política del mandatario, renunció a su cargo como embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La ex gobernadora de Carolina del Sur que permanecerá en su cargo de la ONU hasta finales de 2018, descartó competir por la presidencia en 2020.

Afirmó que renunciaba por motivos personales y para que otros con “más energía” tomen las riendas.

"Estados Unidos es fuerte de nuevo y es fuerte de tal forma que todos los estadounidenses nos sentimos orgullosos", declaró al decirse también orgullosa por su trabajo, mismo que en su momento implicó aclararle al organismo internacional que: "ni Naciones Unidas ni nadie más van a dictar cómo Estados Unidos defiende sus fronteras".

Ello en junio pasado, cuando su país se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, después de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunciara la separación de niños migrantes de sus padres en la frontera Sur de Estados Unidos.

"Continuaremos liderando en materia de derechos humanos fuera del mal llamado Consejo de Derechos Humanos", observó entonces.

El presidente de Estados Unidos anticipó que ella permanecerá en el cargo hasta finales de año después de que le informó de su deseo de declinar al cargo desde hace seis meses y la calificó como una persona "muy especial" que continuará colaborando con el gobierno, debido a que conoce a todos los actores en la ONU.