“Yo me dedico a dar un pequeño show de lucha libre junto con mi hermano en la calle, mientras el semáforo está en rojo y pues también soy luchador profesional. Vengo casi siempre toda la semana; a veces descanso, pero trato de venir a diario.

Es muy cansado dar show y venir diario; más con el calor, pero uno tiene que echarle las pilas para salir adelante. Aunque al principio la verdad lo hacíamos más por necesidad, pero después nos empezó a gustar mucho la lucha libre y queríamos que alguien nos viera y por eso decidimos hacer shows. Es por gusto, pero igual nos sirve de ayuda, económicamente y gracias a Dios sí sale para comer y las necesidades de la casa. Nosotros con eso nos damos por bien servidos.

Aunque parece fácil, no lo es. Nosotros llevamos un entrenamiento previo, entrenamos lucha libre profesional y más que nada debemos tener el doble de cuidado porque aquí lo hacemos en pavimento y podríamos lastimarnos por un mal movimiento.

Esperemos que las personas apoyen no sólo a los luchadores sino a todo el talento urbano, porque sí hay mucho talento.”