Las historias de dolor en las familias de los habitantes de estas zonas han sido abundantes.

Enrique MORALES /Texto y fotos

Hace un año nuestro país fue golpeado por un fuerte desastre natural. Este desafortunado hecho fue el causante de grandes pérdidas que jamás podrán recuperarse.

Un terremoto de 7.1 grados de intensidad con epicentro en los limites de los Estados de Morelos y Puebla, trajo consigo una serie de réplicas que azotaron la región.

Las historias de dolor en las familias de los habitantes de estas zonas han sido abundantes; sin embargo, es un buen momento para conmemorar la unión y la solidaridad que distingue por sobre muchas cosas a los mexicanos.

Horas después del siniestro todo el país comenzaba a extender sus brazos para apoyar en todos los aspectos a los damnificados.

Las personas conformaban cadenas humanas y trabajaban sin parar para poder rescatar todo y a todo quien lo requería.

Desde las distintas entidades de la nación, los corazones más altruistas dejaron huella asistiendo a las zonas afectadas. Desde ayudar a repartir alimentos, recoger escombros y brindar atención médica hasta construir hogares provisionales.

Nuestra gente logró ayudar a la mayoría de quienes tuvieron la mala fortuna de resultar afectados.

Con esta serie de fotografías tomadas en las zonas más afectadas del Estado de Morelos, recordamos hoy a estas personas y sus acciones.





 















* Enrique Morales. es un joven fotoperiodista tijuanense