Alfredo Del Mazo, el tercero de sus estirpe que gobernará a los mexiquenses, es el ejemplo de que el priismo hará todo lo que esté a su alcance, incluso lo que esté fuera del marco legal, para aferrarse al poder.

En medio de cuestionamientos de sus opositores, Alfredo Del Mazo recibió ayer del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) la constancia que lo acredita como ganador de la elección de gobernador del Estado de México.



Considerada como “la madre de todas las elecciones” de este año, la mexiquense era considerada fundamental para definir el rumbo que tomaría el País en los comicios presidenciales del 2018.



El escenario del Estado de México y el que se prevé prevalezca en el País para el próximo año son similares y por tanto la constancia a Del Mazo pueda ser un adelanto del 2018…



El priismo y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, enfrentan los niveles más bajos de popularidad, pero de ahí a dar al PRI por muerto hay una enorme distancia y está alejado de la realidad.



Alfredo Del Mazo, el tercero de sus estirpe que gobernará a los mexiquenses, es el ejemplo de que el priismo hará todo lo que esté a su alcance, incluso lo que esté fuera del marco legal, para aferrarse al poder.



El Estado de México fue el laboratorio del PRI previo al 2018. Construyó una alianza con Nueva Alianza, Verde Ecologista y Encuentro Social, que en conjunto sumaron 2 millones 40 mil 709 votos.



Según el conteo oficial, el segundo lugar fue para Morena, con su abanderada Delfina Gómez, con un millón 871 mil 542 votos; el PRD y su candidato Juan Zepeda, logró repuntar hasta el tercer lugar con un millón 84 mil 571; mientras que el PAN y su candidata Josefina Vázquez Mota se desfondó para ubicarse en la cuarta posición con 682 mil 520 sufragios.



Pero igualmente importante es destacar los votos del PT que sumó 65 mil 471 votos; en tanto la candidata independiente, Teresa Castell concentró 130 mil 100.



El escenario y el resultado de la elección mexiquense pudieran repetirse en el 2018, a pesar que las encuestas que se han realizado siguen ubicando a Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) al frente de las preferencias en la intención de voto e incluso en una segunda posición se ubica Acción Nacional y su potencial abanderada, Margarita Zavala.



El PRI, al margen de quien sea su candidato, se le ubica en una tercera posición.



Y la oposición del PRI sabe que el triunfo de Alfredo Del Mazo, con todos y sus cuestionamientos, muchos de ellos con fundamento, pudiera repetirse en el 2018.



La creación del llamado Frente Amplio Opositor, impulsado por el PAN y PRD, es la muestra de que ambos partidos han medido que por sí solos les pase lo mismo que en el Estado de México.



Disperso y dividido el voto de los mexicanos en el 2018, el único ganador sería el priismo.



Así sucedió en el Estado de México, donde fracasó la alianza PAN – PRD, pero igualmente la que de última hora se dio entre el PT y MORENA.



También seguramente se repetirán, como en la elección mexiquense, la arremetida del Gobierno Federal en aquellas entidades o ciudades gobernadas por el PRI, canalizando recursos… tal como lo hiciera para hacer ganar a Alfredo Del Mazo.



E igual como en la elección mexiquense, un triunfo priista en el 2018 seguramente generaría cuestionamientos e impugnaciones de sus opositores derrotados… pero al final, como con Del Mazo, terminar tomando posesión.



Seguramente en Baja California el escenario sea más complejo para el priismo, pero la entrega de constancia a Alfredo Del Mazo legal al PRI la posibilidad de retener la presidencia de la república… Aunque a sus opositores no les guste, el dinosaurio sigue aquí, vivo y lanzando coletazos.