Quedaron atrás todos los estragos que vivieron como parte del tratamiento que ahora las coloca como sobrevivientes de la enfermedad de la que se encuentran en etapa de vigilancia.

TIJUANA.- Sesiones de quimioterapia, estragos físicos del medicamento, meses de hospitalización y múltiples transfusiones quedaron atrás para Ingrid y Emily, dos pequeñas pacientes del Hospital General de Tijuana que recibieron la noticia de haber ganado la lucha contra el cáncer después de dos años de tratamiento.

Ingrid Coronado Reyes, de 12 años de edad, y Emily Itaty González Camacho, de cuatro, vivieron uno de los días más felices de su vida al lado de sus familias, sus mamás que las acompañaron en todo momento y personal médico que nunca descuidó su progreso.

La oncóloga pediatra que dirigió el seguimiento de ambos casos, Martha Magdaleno Montes, fue la encargada de avisar a sus pacientes que el cáncer había quedado atrás y si bien entran en una etapa de vigilancia, han superado un complicado tratamiento que terminó por regresarles la salud.

A pesar de su diferencia de edades, desde 2016 Ingrid y Emily enfrentaban el mismo padecimiento: leucemia linfoblástica aguda, el tipo de cáncer más común en los niños.





Las madres de Ingrid y Emily agradecieron el buen acompañamiento médico que recibieron sus hijas y que les permitió no sólo sobrellevar y vencer la enfermedad, sino aceptarla y decidir luchar contra ella.

Ana María Reyes Ramos, madre de Ingrid Coronado, mencionó que en abril de 2016 su hija empezó con fiebre por lo que decidió llevarla a un hospital privado.





Ahí la refirieron inmediatamente al servicio de Oncohematología Pediátrica del HGT por la sospecha de cáncer.

“Cuando nos dieron el diagnóstico me sentí muy mal, no podíamos creerlo, pero gracias a Dios, a los doctores y a la ayuda de todos, mi niña salió adelante”.

Ahora Ingrid podrá ingresar a la secundaria sin haberse retrasado en la escuela gracias a las sesiones del programa “Sigamos aprendiendo en el hospital”, que se convirtieron además en una distracción durante la convalecencia. Ingrid quiere convertirse en enfermera o doctora para ayudar a los niños que más lo necesitan.





Arely Betzabeth Camacho Rodríguez, mamá de Emily, recordó que al inicio de la enfermedad la niña tenía dolor en las piernas, cansancio, no quería caminar y su piel se veía pálida, con tono amarillo.

Recibió el diagnóstico de Leucemia Linfoblástica Aguda en el Hospital General de Tijuana.

“Al principio fue muy difícil, llorábamos todo el tiempo, pero poco a poco, con el apoyo de la doctora, pudimos entender y observar que no eres la única que estás pasando por esto. Las mamás también nos estuvieron apoyando a entender los procesos. Ahora que terminó el tratamiento me siento muy feliz”.





Ambas familias recibieron apoyo del Patronato Pro Hospital General de Tijuana en la compra de medicamento y estudios especializados no cubiertos por Seguro Popular, así como transporte cuando así lo requerían, como lo siguen obteniendo 58 niños que se encuentran en tratamiento activo y 240 en vigilancia en el servicio de Oncohematología Pediátrica del Hospital General de Tijuana. (lgs)