El dirigente del Consejo Nacional Agropecuario destacó que esta imposición afectaría en los comercios, con repercusión política, a las bases de votantes de Trump en Kansas, Oklahoma, Misuro, Arkansas, Ilinois e indiana, quienes son los principales productores del grano amarillo, que apoyaron al mandatario en su campaña presidencial.

CIUDAD DE MÉXICO.-  El reciente caso de aranceles entre los tres países que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se ha vuelto una guerra comercial, en esta ocasión luego de que los aranceles de EU a México se mostraron verdaderamente altos.

México supo cómo responder y ahora saber qué movimiento hacer ante el proceso electoral de noviembre próximo en Estados Unidos, esto frente a los ataques políticos y la aplicación de aranceles a exportaciones mexicanas del presidente Donald Trump, afirmó el dirigente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Verga, quien propone imponer aranceles a la importación de un millón de toneladas de alta fructosa proveniente del país americano.

El dirigente del Consejo destacó que esta imposición afectaría en los comercios, con repercusión política, a las bases de votantes de Trump en Kansas, Oklahoma, Misuro, Arkansas, Ilinois e indiana, quienes son los principales productores del grano amarillo, que apoyaron al mandatario en su campaña presidencial.

Al imponerse este movimiento, se obligará a disminuir el consumo de ese producto en la industria refresquera nacional, al igual que lo hace la marca Dr. Pepper en EU, una vez que la Food y Drug Aministratipin (FDA) determinó que el cuerpo humano no digiere adecuadamente la alta fructosa y que es mejor el azúcar refinada. La cadena de tiendas comerciales H-E-B de San Antonio, Texas, que incluye Joe B Smart Shop, Mi Tienda, fortaleció su política de no vender refrescos y productos con alta fructosa.

El director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, del Instituto Nacional de Salud Pública, Simón Barquera, también señaló como “un ingrediente nocivo para la salud” a la alta fructosa.

Por lo que destacó que México puede justificar excepciones en los acuerdos comerciales para limitar su importación o “aumentar los aranceles argumentando una emergencia de salud nacional”.

Cabe mencionar que el pasado 30 de junio de 2017 México y EU firmaron un acuerdo comercial en materia de azúcar. Las exportaciones nacionales serán de un millón 200 mil toneladas de azúcar cruda para que sea refinada en EU a cambio de comprar de ese país un millón de toneladas de alta fructosa.

Un acuerdo que no fue bien aceptado por azucareros de México, pero realizaron inversiones cuantiosas para cambiar su sistema y elaborar menos azúcar refinada para poder exportar azúcar cruda.

El dirigente de la CNA recordó que “cuando hicieron el acuerdo del azúcar, el mecanismo más duro que tenía México era cerrar la válvula a la fructosa. Ahí se dijo: si tú me tratas mal en el azúcar yo cierro esta válvula, dejo de comprar tu fructosa o te pongo un arancel”.

Señaló que ante la imposición de aranceles al acero y el aluminio de 25 y 10 por ciento a exportaciones mexicanas, “indudablemente tenemos las opciones para poder responder a las agresiones del gobierno estadunidense. Ya el gobierno sabe qué cartas puede jugar sin afectar al consumidor nacional, y al mismo tiempo mandar un mensaje a EU de que se puede ver más afectado”.

México respondió a esta política arancelaria estadunidense con la imposición de aranceles a más de 70 productos que importamos del país vecino, con un costo de 3 mil millones de dólares divididos en 2 mil millones de productos agrícolas y mil millones siderúrgicos.

“Estos productos seleccionados pueden ser cambiados. No son definitivos y pueden rotarse a manera de carrusel. Mañana pueden ser otros”, como el caso de la alta fructosa, indicó.