“Lulo” no dudó en dejar el deporte de sus amores a cambio de salvar la vida de Milo. “Tenía claro que debía abandonar el futbol. Pero no le importó.

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- No todos los “cracks” del futbol son reconocidos por sus hazañas en las canchas. En ocasiones son sus actos fuera del terreno de juego los que les merecen un lugar especial en el corazón de los aficionados.

Ese es el caso de Alejandro Benítez, un ex futbolista que, pese a vivir sus mejores épocas con Central Larroque, equipo del Torneo Argentino C (quinta división) del que es un goleador histórico, se ha ganado la idolatría de propios y extraños por retirarse del balompié para salvar la vida de su sobrino, a quien donó una parte de su hígado.

El ex goleador, conocido mejor como “Lulo”, se convirtió en la primera opción como donante para Milo, hijo de su hermana Natalia, luego que ésta, aunque fuera compatible, no podía ser donadora para su hijo por haber tenido una operación del corazón.

“Lulo” no dudó en dejar el deporte de sus amores a cambio de salvar la vida de Milo. “Tenía claro que debía abandonar el futbol. Pero no me importó. Jamás me voy a arrepentir de lo que hice”, dijo en declaraciones a medios de comunicación de su país.

Ahora, Benítez sólo espera a concluir su rehabilitación, pero, sobre todo, a que Milo también sea dado de alta, para retomar su vida normal, aunque ya no en las canchas, sino en una fábrica de procesamiento de pollos donde labora regularmente.