Llama experta en salud mental a madres a cuidar con quién se relacionan y confían a sus hijos.

Por Lucía Gómez Sánchez
TIJUANA.- Personalidades violentas que implican características evidentes como el poco control de impulsos, agresividad, irritabilidad, poca tolerancia, celos, así como el uso de drogas, suelen estar detrás de individuos que cometen maltrato infantil y en casos extremos atentan contra la vida de niños o los asesinan, como ha ocurrido con mayor frecuencia en la ciudad desde el año pasado.

Esas son las señales de alarma que en ocasiones pasan desapercibidas o son minimizadas por madres de niños pequeños a los que terminan exponiendo por relacionarse con hombres con psicopatologías graves o trastornos de la personalidad.

Graciela Jiménez Trejo, psiquiatra del Hospital de Salud Mental de Tijuana, advirtió que inestabilidad emocional o cuadros depresivos que generen dependencia hacia la pareja son factores que llevan a las mujeres no sólo a arriesgarse sino a hacerlo también con sus hijos al relacionarse con hombres violentos.

Influyen también la inmadurez y dependencia económica en mujeres muy jóvenes y en algunos casos hasta el consumo de sustancias. Su prioridad suele ser la pareja y no los hijos.

Asesinato de niños

En lo que va de 2017 dos menores han sido asesinados por sus padrastros en la ciudad, un bebé apuñalado junto con su madre, bisabuela y hermano mayor por el padre de éste último y un niño de tres años de edad quemado junto a su madre también por un hombre con el que ella se había relacionado.

Sin embargo, otros dos murieron con violencia en manos de criminales que atentaron a balazos contra las parejas sentimentales de sus mamás, sujetos relacionados con el narcomenudeo, de acuerdo a la autoridad procuradora de justicia. Ambos casos ocurrieron en mayo de 2017, cuando los pequeños acompañaban a los presuntos narcomenudistas.

Si se toma como perspectiva el año pasado, la cantidad de niños asesinados ascendió a una docena. Los casos de mayor impacto fueron cinco de menores de dos años ocurridos en menos de un mes a principios de 2016, donde en todos los casos el homicida fue el padrastro, al igual que con Uzziel en el segundo semestre de 2016.

También en julio asesinaron a Kimberly, la bebé de un año que murió por desnucamiento, también víctima de violación y cuyos padres alegaron había caído por accidente a una cubeta con agua y cloro.

En noviembre del año pasado desapareció Memfis, una menor de 10 años de edad cuyo cuerpo fue hallado en febrero en un lote baldío cercano a su domicilio.

Personalidad violenta

Jiménez Trejo afirmó que si bien deben analizarse los antecedentes en cada caso y no se puede encasillar a los agresores de niños siempre como personas con trastorno de personalidad o sociópatas, sí puede hablarse de características de personalidad violenta que quedan manifestadas en la vida cotidiana.

Pueden ser personas con pobre control de impulsos, violentas al manejar, que se meten en la fila o muy celosas. También se dan los más extremos de quienes disfrutan hacerle daño a otros por tener una condición sociópata.

Algunos padrastros con estas características ven en los hijos de sus parejas a enemigos, rivales o adversarios, por eso el afán de lastimarlos, mencionó.

Además, agregó, puede ser que al sentir coraje hacia ellos porque son hijos de otros aprovechen la oportunidad de estar bajo su resguardo para agredirlos.

Es posible que les recuerden algo de su infancia o justifiquen su actuar violento bajo la premisa de que así se educa a los niños porque así los educaron a ellos.

Cuando una persona asesina a un niño, generalmente antes ejerció violencia física o psicológica contra éste, a veces hasta abuso sexual que no fue advertido o reconocido por la madre incluso cuando el pequeño lo confesó, subrayó.

Drogas como el cristal son muy adictivas, baratas y fáciles de conseguir, además de que ocasionan cuadros psicóticos bajo los cuales también se han dado agresiones contra infantes.

Como mujeres es necesario ver si no se está pasando por un cuadro depresivo que motive relacionarse con el primer hombre que pase enfrente o inestabilidad emocional que provoque ver el lado bueno a pesar de todo lo malo, asentó la experta.

El trastorno de personalidad no es algo que se pueda ocultar, se puede ver con acciones en la casa, el trabajo o la vía pública. Las madres con niños que planeen casarse o “juntarse” con una pareja deben estar atentas a esas características negativas que puedan derivar en daño hacia sus hijos o hasta a ellas mismas, concluyó. (lgs)