Desde el 2009 gastó unos 50, mil dólares viajando por el mundo para apoyar a la Selección. Ha visto más de 100 partidos y Rusia será el 36to país que visita.

CIUDAD DE MÉXICO.— Disfrutaron en grande la victoria ante Brasil en la final olímpica del 2012 en el estadio Wembley de Londres. Se fueron humillados tras la derrota 7-0 ante Chile en la Copa América del año pasado.

Ya sea en la Copa Mundial, la Copa América o cualquier partido oficial o amistoso, mire las tribunas durante un partido de México y allí la encontrará: La Ola Verde.

Desde Nueva Zelanda hasta Ohio, un grupo de aficionados mexicanos ha estado acompañando al “Tri” a todos lados desde hace casi una década. Su próximo destino es Rusia, donde México participará en la Copa Confederaciones que empieza el sábado.

“Lo hemos estado haciendo desde el 2009”, cuenta Gabriel Galván, uno de los fundadores del grupo. “Todo comenzó porque las mismas personas nos encontrábamos en cada partido oficial fuera de México y decidimos que íbamos a formar un grupo para apoyar a México en cada partido fuera de casa donde no va tanta gente. No recibimos ningún apoyo de la federación, cada quien paga por sus cosas y en cada lugar que vamos tratamos de juntar a la mayor cantidad de mexicanos como sea posible”.

Este abogado de 38 años y otros 200 miembros de “La Ola Verde” viajarán 22 horas y recorrerán 16.000 kilómetros de la Ciudad de México hasta Kazán, la ciudad del sudoeste de Rusia donde México debutará el domingo contra el Portugal de Cristiano Ronaldo, campeón europeo. Galván calcula que el viaje le costará 5.000 dólares a cada uno.

No será la primera vez que Galván y el resto viajan al otro extremo del mundo para seguir al “Tri”. En el 2013 unos diez de ellos fueron a Wellington, Nueva Zelanda, para un repechaje, que México ganó 4-2, clasificándose sufridamente para el Mundial del 2014 en Brasil.

“La gente me dice que estoy loco, especialmente cuando al equipo no le va bien, como pasó hace cuatro años, cuando jugaron ante Nueva Zelanda para clasificar, y también cuando perdimos 7-0 con Chile”, afirma Galván.

Agrega que a la decena de mexicanos que llegaron a Nueva Zelanda se sumaron 350 que viven en ese país y en Australia. “Éramos un grupo de alrededor de 400. Todos desfilamos juntos con la embajadora mexicana de allá antes de llegar al estadio. Eso fue muy bonito y una experiencia que estará con nosotros para siempre”.

Galván calcula que desde el 2009 gastó unos 50.000 dólares viajando por el mundo para apoyar a su selección. Ha visto más de 100 partidos y Rusia será el 36to país que visita.

México disputa sus otros partidos de la fase de grupos el 21 de junio contra Nueva Zelanda en Sochi y el 24 contra Rusia en Kazán.

Mario Nava también viajará a Rusia para la Copa Confederaciones y espera ir a su tercer mundial el año que viene. México está firmemente encaminado hacia esa cita.

“Viajé a países como El Salvador, Costa Rica y Trinidad and Tobago. Es lindo poder apoyar al equipo en lugares donde no hay muchos mexicanos”, expresó este abogado de 37 años de la Ciudad de México. “Mi viaje más largo fue al Mundial de Sudáfrica en el 2010. Fue una gran experiencia conocer su cultura y al mismo tiempo apoyar al equipo”.

No es difícil distinguir a “La Ola Verde” en las tribunas, sobre todo si hay poca gente como se espera que suceda en Rusia, donde la venta de entradas no ha sido buena para la Confederaciones. Galván será el que luce un colorido uniforme de arquero popularizado por el ex portero de la selección Jorge Campos en la década del 90. Otros se visten como el “Chavo del 8”, lucen sombreros mexicanos o máscaras de lucha libre.

“Es fácil distinguirnos en los estadios”, dijo Galván, “esa es la idea”.

Acotó que comprar entradas para la Copa Mundial “es relativamente fácil si lo planeas con tiempo y es tu único viaje de la selección”.

Las entradas más difíciles de conseguir, añadió, son las de los partidos con Estados Unidos en Columbus, Ohio, por las eliminatorias del Mundial.

Dijo que los boletos generalmente los venden a grupos oficiales de hinchas de la selección estadounidense, o a abonados del Crew de Columbus. “Hay forma de comprarlos en reventa, pero son demasiado caros, más para los mexicanos. Así que para el último partido (en noviembre), compramos los boletos para toda la temporada del Crew y así logramos tener boletos de esa forma”.