El duelo confrontó a dos naciones con niveles muy dispares.

SUWON, COREA DEL SUR.—Inglaterra logró arrancarle la gloria a Venezuela y se coronó en el Mundial Sub20.

Sin embargo, lo que no podrá borrarse, es la actuación inspiradora e histórica de la selección “Vinotinto”, en momentos en que no abundan las buenas noticias en el país sudamericano.

Fue tan sólo un gol de Dominic Calvert-Lewin, en el primer tiempo,, el que le dio a Inglaterra la victoria 1-0 en la final del domingo sobre Venezuela, que tuvo una oportunidad inmejorable de empatar el marcador por la vía de un penal, errado por Adalberto Peñaranda en el complemento.

“Se siente mucha tristeza, porque soñaba con verlos campeones”, dijo el técnico venezolano Rafael Dudamel. “No hemos podido dar esa alegría a nuestro país, pero estoy seguro que en la historia y en nuestros corazones serán los campeones ‘vinotintos’ por el resto de nuestras vidas”.

Venezuela ha cumplido efectivamente su mejor actuación en cualquier categoría del fútbol. Jamás había disputado la final de una Copa del Mundo. En la división mayor, es la única selección sudamericana que nunca se ha clasificado a un Mundial, incluido el de 2018 en Rusia, del que ha quedado fuera meses antes de que concluya la eliminatoria.

Es además uno de dos países (el otro es Ecuador) que nunca ganó la Copa América. Su equipo sub20 jugó apenas su segundo mundial de esa categoría. Hace ocho años fue eliminado en octavos de final en Egipto. Y ningún club venezolano llegó más allá de los cuartos de final en la Copa Libertadores.

Así, tan sólo haber llegado a la final era un triunfo para muchos.

“Tengo orgullo y siento felicidad porque (los jugadores) han sido valientes y han jugado con el amor de ser venezolanos. Eso hay que reconocerlo”, destacó Dudamel.

El meritorio papel de Venezuela, que disputó apenas el segundo Mundial juvenil en su historia, llegó en medio de la convulsión económica, política y social que se ha agudizado durante los últimos dos meses en el país. La mano dura con que el gobierno ha respondido a las protestas casi diarias ha dejado 67 muertos, más de 1.300 heridos y cientos de detenidos.

Así, el duelo del domingo en la ciudad surcoreana de Suwon confrontó a dos naciones con niveles muy dispares. Mientras que 17 de los 21 jugadores de Inglaterra pertenecen a clubes de la Liga Premier inglesa y tienen acceso a las mejores instalaciones en la liga más rica del mundo, 17 futbolistas venezolanos militan en clubes locales con muy pocos recursos, que deben lidiar con la escasez, una inflación superior al 100% y los altos índices de delincuencia en el país.

Pese a la abundancia de recursos, no es que la selección inglesa tenga muchos logros de los que jactarse. Consiguió su primer título mundial en cualquier categoría desde 1966, cuando se coronó como anfitriona en la categoría mayor.

Y todo gracias al tanto del delantero del Everton y a la actuación del guardameta Freddie Woodman, quien paró el penal ejecutado por Peñaranda, en momentos en que Venezuela ejercía una intensa presión en busca del empate, en un partido abierto y entretenido.

Inglaterra dominó la mayor parte del primer tiempo, aunque Venezuela lució peligroso al frente.

El equipo europeo tuvo la primera oportunidad cuando Dominic Solanke aprovechó un error de la defensa y entró en el área solo frente al portero al frente. El delantero del Liverpool no hizo buen contacto con el balón, que pegó en las piernas del portero Wuilker Faríñez.

Diez minutos más tarde, Ademola Lookman obligó a una atajada acrobática de Faríñez con un potente disparo desde fuera del área.

Venezuela se acercó peligrosamente momentos después. Un tiro largo de Ronaldo Lucena se desvió y tomó por sorpresa a Woodman. Para suerte de Inglaterra, el balón rebotó en el poste.

Calvert-Lewin anotó el tanto unos 10 minutos antes del descanso. El delantero se quitó de encima a un defensa, luego de un tiro libre de Lewis Cook. Hizo un primer disparo que tapó Faríñez pero reaccionó rápidamente al rebote y definió a unos cuantos pasos de la línea de meta.

“Esto es lo que sueñas de niño, jugar por tu país y ganar un mundial”, destacó Calvert-Lewin. “Las palabras no pueden describir ahora lo que siento. Sólo trato de digerir lo que ha pasado”.

Inglaterra llegó a Corea del Sur sin ganar un partido de un mundial Sub20 desde 1997. Tuvo control del balón en la primera mitad, pero lo cedió en la segunda.

Restando 17 minutos del partido y mientras Venezuela se volcaba adelante, el árbitro Bjorn Kuipers marcó una falta de Jake Clarke-Salter sobre Peñaranda dentro del área. La atajada impidió el empate y Venezuela, que había igualado con Uruguay en el último minuto antes de conseguir su boleto a la final, no pudo repetir la proeza esta vez.

Pero a juicio de Dudamel, la actuación de la “Vinotinto” deja un mensaje para el país.

“Éste es el venezolano que todos queremos, el que vaya hacia delante y que sepa trabajar con sus compañeros de la mano, en busca de triunfos”, sentenció.