"Yo tengo a mi familia en México, y el dinero que mando sale de la música, no se debería, pero lo tenemos que hacer, nosotros tenemos que mandar dinero a la familia y costear nuestros gastos, transporte, hospedaje sólo del oficio de cilindrero".

Nosotros somos organilleros, primero por necesidad, y ahora porque nos gusta, yo llevo un par de años en esto, me llamo Gabriel Rivera y mi compañero es Víctor Maya, él es quien tiene la herencia por su familia.

El oficio por lo general es una herencia familiar como Víctor, pero los que no somos de herencia, llegamos a esto por alguna referencia, no es fácil tener y mantener un cilindro, es caro pagar por darle mantenimiento, por eso hay que ponernos vivos e irlo conociendo para poder tenerlo bien sin necesidad de contratar a alguien.

Nosotros somos de la ciudad de México, ahí empezamos, pero la necesidad, y el ímpetu de conocer, nos ha llevado a diferentes estados de la república, ferias de pueblo, carnavales a muchas partes.

El que nosotros llegáramos al norte del país fue por ir siguiendo las fiestas de los pueblos, sabíamos de sus fiestas y vamos y así hemos aprendido a conocer, todo gracias a la cooperación de la gente que con esas monedas podemos darle su servicio al aparato y los gastos.

Yo tengo a mi familia en México, y el dinero que mando sale de la música, no se debería, pero lo tenemos que hacer, nosotros tenemos que mandar dinero a la familia y costear nuestros gastos, transporte, hospedaje sólo del oficio de cilindrero.

En este aparato hay 3 canciones mexicanas, y cuatro melodías son europeas, están las mañanitas, Gabino Barrera, Juan Charrasqueado y Caminos de Guanajuato.

Muchas de las familias conoce el oficio de organillero por las películas de Pedro Infante, Tin Tán, las del cine de oro de México y les agrada vernos como si fuéramos una cápsula en el tiempo, algunas vez nos gritaron que si nos habíamos escapado de los 50s, cosas así.

Nosotros trabajamos juntos por que así podemos hacer las cosas más fácil, uno toca el organillo, y el otro anda pidiendo la cooperación, también para cargar y mover el aparato, entre los dos lo hacemos, son como 35 o 40 kg lo que pesa el aparato, también nos acompaña Timoteo, nuestro changuito de peluche, antes se educaban a los monitos para que pidieran la cooperación, pero ya no.

Ahorita estamos en Tijuana, de ahí ya nos movemos a otros lugares, Mexicali, Tecate, Ensenada, Hermosillo, cuando es temporada de carnavales, vamos a ellos, el 16 vamos a Sinaloa, cuando es temporada de ferias, también vamos a donde se hagan,  pero cuando no hay feria ni carnaval cerca, estamos en Tijuana tocando en el Palacio de Cultura, en el centro o en los centros culturales.