IHS subrayó que la renegociación del TLCAN en el sector automotriz representa una oportunidad de oro para cubrir vacíos como como el desarrollo de centros de procesamiento de materias primas.

CIUDAD DE MÉXICO.- Ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el sector automotriz, México tiene la oportunidad de invertir en una mayor producción de materias primas como acero y plástico, así como en centros de investigación y desarrollo para componentes más sofisticados, dijo Guido Vildozo, gerente para Latinoamérica de IHS Markit Automotive.

Durante su presentación en el XV Congreso Internacional de la Industria Automotriz en México (CIIAM) detalló que la renegociación del TLCAN en el sector automotriz apunta a incrementar el contenido regional de materias primas y componentes para pasar del 62.5% actual a un 70 o 75%.

“Hay varios parámetros que se están observando, no solo el porcentaje de contenido regional que es uno de los elementos sino en la manera en cómo se contabiliza”.

“Hay mucha materia prima que no se sabe de dónde es y se procesa dentro de la región del TLCAN y la consideramos hecha en el TLCAN, en el futuro quizá eso no vaya a existir”, dijo Vildozo.

Oscar Albín, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), comentó que la inversión en materias primas es clave para incrementar el contenido de piezas hechas en México.

“En una puerta, el acero es el 60% del precio de la pieza; en un rin de aluminio, el aluminio es 40% del costo de la pieza; y en una pieza de plástico, 40% del precio es el plástico, la resina”, señaló.

“Nunca vamos a poder realmente, crecer el contenido de los automóviles mexicanos mientras no tengamos acero suficiente, no tengamos plásticos, hule y no tengamos aluminio, no tenemos mineral de aluminio, pero el coche es básicamente acero, plástico, aluminio y hule”, detalló Albín.

IHS subrayó que la renegociación del TLCAN en el sector automotriz representa una oportunidad de oro para cubrir vacíos como como el desarrollo de centros de procesamiento de materias primas, ya que México se dedicó en los últimos años a ser sólo una base de manufactura.