"Mi vida ha sido muy difícil, ya sabes, las drogas que consumía no me dejaban pensar bien ni trabajar, tengo a mi mujer, que está enferma y vive de lo que yo llevo a la casa".

"Mi nombre es Humberto Palafox, nací en Ensenada y tengo 60 años. Llevo más de 8 años vendiendo revistas aquí afuera de la Catedral, antes las vendía en el Seguro Social, pero me corrieron y tuve que buscar otro lugar".

"Mi vida ha sido muy difícil, ya sabes, las drogas que consumía no me dejaban pensar bien ni trabajar, tengo a mi mujer, que está enferma y vive de lo que yo llevo a la casa". 

"Por nuestra condición económica y por lo que me metía, no pude cuidar a mi hijo y nos lo quitó el DIF, ya hace 10 años y no supe ya nada de él. Tengo otro hijo en Sonora, pero hace más de 15 años lo perdí de vista". 

"La venta de revistas llegó porque de algo tenía que vivir y empecé a buscar algo que la gente regalara y comprara a la vez, y las revistas empezaron a llegar solitas; salgo a buscarlas o la misma gente me trae las que ya no usa, también me regalan ropa, que vendo en 10, 15 pesos". 

"Yo antes era soldador, pero perdí el trabajo por los vicios y por un accidente que tuve, luego me dio asma y se puso más canija la cosa, la medicina es cara, lo bueno que aquí en la iglesia me la regalan, pero cuando se termina es cuando tengo que buscar como comprarla". 

"Somos varios comerciantes que nos ponemos a vender en la banqueta, pero de la nada, llegan los inspectores y nos corren, si tenemos suerte, nos dejan levantar nuestras cosas nosotros mismos, pero cuando andan de malas, ellos agarran las cosas y las avientan y nos las maltratan, sabiendo que solo vivimos de esto. Dos veces me han quitado mi mercancía, no he ido por ella, la pierdo, pero vuelvo a empezar".