Tengo que hacer mi lucha, porque pues si no, ¿con qué voy a vivir los años que me quedan? por eso tengo que trabajar, porque a mí me daría más vergüenza andar pidiendo dinero para poder comer.

“No he podido ir a mi tierra, tengo la esperanza de que me voy a curar y me voy a aliviar. Yo tengo mucha fe, y más que todo mucho ánimo.

Hay gente que nomas me ve y se burla, y me dicen que ya viví mucho; puras cosas de ésas. Pero Dios me da vida, y estoy muy agradecido, porque yo ando aquí viviendo muy a gusto, y ya si Diosito me dice que hasta aquí llego, pues hasta aquí.
Tengo familia también, y lo poquito que sale se los envío para que sigan viviendo. Es una tía que ya está muy viejita y yo le estoy echando la mano en lo que puedo, y me da dolor saber que yo estoy así de malo y ella no tenga mucho apoyo.
Pero pues mientras yo pueda, tengo que hacer mi lucha, porque pues si no, ¿con qué voy a vivir los años que me quedan? por eso tengo que trabajar, porque a mí me daría más vergüenza andar pidiendo dinero para poder comer. Tengo un dolor en mi pie que no me deja caminar bien, pero ahí me lo aguanto, porque primero es el trabajo.
De mi pie, yo agradecería que un doctor me atendiera; es un tipo de callo el que no me deja en paz. A veces pienso en cómo le haré para conocer a alguien que me ayudara para curarme”.

Juan Ramírez Muñoz, 65 años, originario de Tulancingo, Hidalgo. Vende conos y paletas en el bulevar Díaz Ordaz a la altura de Plaza Somis.