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La apropiación al Impuesto Fronterizo por parte de presidentes ejecutivos de 16 empresas mundiales, entre ellas Boeing, Caterpillar y General Electric, propuesto al Congreso de Estados Unidos, provocará un impacto radical en los patrones del comercio mundial.

El Impuesto fronterizo propuesto haraì a los productos manufacturados en Estados Unidos maìs competitivos localmente y en el exterior, ya que los artiìculos importados enfrentariìan el mismo nivel impositivo.

La parte que se relaciona como un contrapeso de esta medida y que se debe seguir detenidamente es en la que el presidente de la Caìmara de Representantes, el republicano Paul Ryan, propone bajar el impuesto a las ganancias corporativas desde 35% hasta 20%, aplicando un tributo de 20% sobre las importaciones y excluyendo los ingresos por exportaciones de las ganancias imponibles, es decir 0%.

Dicha medida provocoì opiniones divididas en las corporaciones estadounidenses que requieren importaciones, tales como minoristas y fabricantes de autos, pues quienes exportan gran parte de su produccioìn se veriìan beneficiados y apoyariìan los cambios en el coìdigo tributario.

Un impuesto fronterizo en esencia, aplica un gravamen sobre los bienes importados cuyo objetivo teoìricamente es reducir el deìficit comercial y hacer las exportaciones de los productores locales maìs competitivas.

El alcance del impacto que sufriría el comercio de un país con Estados Unidos, está determinado en parte por la elasticidad de la demanda de sus productos en la Unión Americana, por lo que si la elasticidad es mayor, los países que realizan comercio exterior con USA, sufrirán más, porque el precio será un factor determinante.

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