Uno no deja de querer a su tierra y pensar en regresar algún día.

Ayer me habló mi hermana por teléfono; siempre es bueno platicar con ella, mantener la relación y saber cómo está.

En total somos nueve hermanos en la familia, uno de ellos, Gerardo, ya falleció. Yo soy el tercero de los grandes. Acabo de cumplir 63, y me siento muy bien.

Yo nunca me casé, pero sí viví con mi señora en unión libre. Ella murió de un paro cardiaco, del mismo calor que hacía en Culiacán, hace como 4 años de eso. Aún así, y pese a quitarme lo que más quería, uno no deja de querer a su tierra y pensar en regresar algún día.

Aquí Tijuana me gusta por su nobleza y su gente, y a veces también me río porque aquí uno que otro me comenzó a decir ‘Morgan’, por el actor Morgan Freeman, que según me parezco. Ahora ya todos casi me dicen igual. “Hey, mi Morgan, mi Morgan”.