Los clásicos animados de Disney, películas como Blancanieves y Alicia en el País de las Maravillas, pueden llegar a ser desesperantes y perturbadoras, por su estética y trama

Por Orlando SARMIENTO ROMÁN / El Club de Cinéfilos

Cinéfilo, en las pasadas semanas, estuve pensando en un tema que cada día me resulta más interesante y fascinante, el cine perturbador, esas películas que son incómodas, desesperantes, con temas y situaciones difíciles de digerir, con violencia y escenas gráficas que solo maximizan ese lado oscuro o sombrío que buscan retratar.

Anteriormente he platicado, que una de las razones del por qué nos gusta el género del terror, es el buscar nuevas maneras de descubrir qué nos puede asustar o cómo podemos ver nuestros miedos representados en situaciones ficticias, y creo que para lo perturbador es exactamente el mismo principio, el ir más allá de lo convencional para ver cuál es ese límite.

Para esto invité a un viejo amigo a platicar sobre el tema, e iniciando la conversación entendimos que, nuestro primer acercamiento con el cine perturbador fueron algunos de los clásicos animados de Disney, películas como Blancanieves y Alicia en el País de las Maravillas, pueden llegar a ser desesperantes y perturbadoras, por su estética y trama.

El ver estas cintas de niños, en un estado de inocencia y siendo sumamente impresionables, hace que la trama o personajes no sean precisamente divertidos, sino desesperantes o tenebrosos, y cuando lo ves con detenimiento cobra mucho sentido, no por algo Suspiria (1977), de Dario Argento, está Inspirada en Blancanieves, la primera conclusión a la que llegamos con esto es que una cinta puede ser perturbadora, sin necesariamente ser siniestra.





Con esto podemos entender que nuestro interés por lo perturbador puede venir desde esos inicios, otra característica de este “subgénero” es el representar situaciones sociales fuertes o polémicas, de una manera gráfica, pero sobretodo retratan la crudeza de la realidad humana y social bajo determinadas circunstancias, que tocarán fibras sensibles dentro de ti.

Pero esto no significa que no tengan una estética y enfoque artístico, podemos disfrutar de películas como Midsommar (2019), Requiem por un Sueño (2000) o ambas adaptaciones de Suspiria, que son cintas con grandes condiciones técnicas y buenos argumentos cinematográficos, que tuvieron buena recepción por la crítica, aunque también está el otro lado del espectro.

Existen películas que su gran valor recae en el impacto visual y la narrativa explícita, “A Serbian Film”, Holocausto Cannibal y “Saló o 120 Días de Sodoma” son solo algunos de los ejemplos más conocidos de este lado oscuro y crudo del cine, definitivamente no aptas para público sensible, cuentan con escenas violentas de contenido sexual explícito y por supuesto con críticas sociales siendo representadas por todo lo anterior.

Como conclusión debo decir que, no hay un nivel, rango o definición propia de lo perturbador o bizarro, por lo menos refiriéndome al mundo del cine, ya que lo que para mí sea perturbador, probablemente no lo sea para ti, sin embargo, es algo que está en nuestro instinto, y que tarde o temprano nos llamará e incitará nuestra curiosidad para ver hasta dónde podemos llegar, así que, no descartes una cinta perturbadora antes de verla, puede llegar a ser tu gusto predilecto.