Totò Riina purgaba 26 cadenas perpetuas, pero seguía siendo el jefe de la Cosa Nostra

ROMA, ITALIA.- La madrugada de este viernes, a los 87 años de edad, falleció Salvatore “Totò” Riina, considerado 'capo dei capi' de Cosa Nostra, la mafia siciliana, quien se encontraba preso en una cárcel de Parma, donde purgaba 26 cadenas perpetuas.

Totò Riina fue acusado y sentenciado de ser el responsable de algunos de los crímenes más terribles de la historia italiana, recuentan hoy diversos medios de Italia y el mundo al dar a conocer la noticia.

El capo de capos de la mafia siciliana murió en un hospital de la cárcel de Parma, bajo un régimen carcelario considerado extremadamente duro y con una vigilancia especial que en Italia se aplica para los detenidos más peligrosos. 

Reina es sospechoso de ser el autor de la muerte de más de un centenar de personas, sobre él pesaban 26 cadenas perpetuas.

Apenas en julio pasado, Salvo Riina, hijo del mafioso, tras conocer el deterioro en el estado de salud de su progenitor, se pronunció por la pena de muerte para su padre.

Totò Riina nació en Corleone, el pueblo que se convirtió en mito tras la trilogía de “El Padrino”, de Mario Puzo y fuera llevado a las pantallas del cine con gran éxito, hasta convertirse en clásicos de la cinematografía mundial, con las actuaciones de Marlon Brando y Robert De Niro, interpretando a Vito Corleone.

Totò Riina anhelaba exhalar su último aliento en su natal Corleone, un pueblo convertido hoy en estandarte de la lucha contra la mafia.

Riina era conocido como 'la bestia' por su extrema crueldad, estaba considerado el jefe de Cosa Nostra desde 1974 hasta su arresto en 1993. 

Junto a Bernardo Provenzano, fallecido en 2016, declaró una guerra al Estado italiano en la década de los 90 acabando con la vida de decenas de policías, jueces y símbolos de la lucha contra la criminalidad como los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, a los que hicieron saltar por los aires en 1992 en dos atentados que conmocionaron al país, refiere este día el Diario El Mundo.

Riina estaba considerado el cerebro de los atentados que en 1993 sembraron el terror en Roma, Milán y Florencia, acabando con la vida de una decena de personas. 

También se le acusa de haber ordenado el asesinato de un niño de 12 años, hijo de un arrepentido de mafia, al que ordenó estrangular y disolver el cadáver en un bidón de ácido.

Pocos meses después de los atentados contra Falcone y Borsellino, fue capturado en Palermo tras pasar 23 años como fugitivo. Condenado a 26 cadenas perpetuas por haber organizado más de un centenar de asesinatos, 40 de ellos ejecutados personalmente, su influencia no acabó al ser encarcelado.

"Yo no me arrepiento, a mi no me someterán", confesó hace unos meses a su mujer, Antonietta Bagarella, durante una conversación en la cárcel que fue registrada. 

Las autoridades sospechan que durante años, y desde la prisión, continuó estando a la cabeza del grupo criminal, amenazando a magistrados y políticos como el fiscal de Palermo, Antonio Di Matteo.

En los últimos años las condiciones de salud del anciano criminal habían empeorado. A finales de 2015 tuvo que ser ingresado en un hospital de Parma a causa de una grave crisis respiratoria. Padecía cáncer de riñón y problemas cardíacos. 

Sus abogados solicitaron que pudiera cumplir el resto de la condena y pasar sus últimos meses en arresto domiciliario pero el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bolonia lo rechazó. El jueves su mujer y tres de sus cuatro hijos habían obtenido un permiso del ministerio italiano de Salud para poder visitarlo y despedirse de él.