El actor ha confirmado la noticia a la revista estadounidense Good Health y ha explicado que su objetivo ahora es dedicar su vida entera a mantener viva a su esposa.
Vía/LaVanguardia
NEW YORK.- Chuck Norris pone punto y final a su carrera como actor. Y es que el protagonista de Walker ha decidido dejar a un lado sus papeles de tipo duro para dedicarse al cuidado de su mujer, que padece una grave enfermedad.
El actor ha confirmado la noticia a la revista estadounidense Good Health y ha explicado que su objetivo ahora es “dedicar mi vida entera a mantener viva a Gena, eso es lo más importante, que ella continúe con nosotros y que lo que le ha ocurrido a ella no lo sufra nadie más”.
El matrimonio está convencido de que sus dolencias las causaron una inyección previa a un escáner que le dieron en 2013 para comprobar las características de su artritis. La inyección llevaba un contenido metálico llamado gadolinium que es tóxico y que dañó el sistema nervioso de Gena, deteriorándole así los riñones y haciéndole perder habilidades.
Dicha contaminación parece tener efectos progresivos en la mujer de Chuck pues, a menudo, siente que todo el cuerpo le quema y debe guardar cama. La pareja, que lleva gastados más de 1,7 millones gastados en tratamientos médicos, se ha convertido en abanderados de una campaña contra las inyecciones con gadolinium por sus efectos tóxicos.
A pesar de su amor por el séptimo arte, Norris ha decidido cambiar su objetivo por el de mover cielo y tierra para que su mujer mejore. Además, esta “jubilación”, como él le llama, también irá bien para su salud, pues el pasado julio, el experto en artes marciales sufrió dos infartos en un día. El actor y su familia pernoctaban en un hotel de Nevada cuando Norris se desplomó en el suelo. Tras ser reanimado por los servicios de emergencia y trasladado a un hospital, sufrió otro infarto del que también se recuperó.
Lejos de lo que podría parecer, el matrimonio vive la vida al máximo pese a la enfermedad y acostumbran a viajar a menudo por todo el mundo. Además, Chuck disfruta en su rancho de Texas, donde monta a caballo y perfecciona sus conocidas artes marciales.
