Jens Stoltenberg, jefe de la OTAN, dijo que se tienen versiones de varios de sus aliados en ese sentido

BRUSELAS, BÉLGICA.- El jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, reiteró que no tiene motivos para dudar sobre las versiones e informes de que la caída del avión ucraniano en Teherán, el miércoles pasado, fue derribado por la defensa aérea iraní.

"Lo que puedo decir es que no tenemos ninguna razón para no creer en los mensajes que han venido de varios aliados de la OTAN", dijo en su camino a la reunión del Ministro de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE).

Expresó que es una tragedia y es importante realizar una investigación exhaustiva y abierta “esperamos que Irán contribuya a esto”, informó el sitio noruego ABC News.

Medios internacionales también cuestionaron Stoltenberg sobre la petición estadounidense al organismo multilateral para que aumente su presencia en Medio Oriente.

“Tenemos muchas herramientas y hemos demostrado previamente que podemos hacer muchas cosas diferentes: trabajo diplomático y político, capacitación y desarrollo de capacidades y operaciones militares. Pero creo que es demasiado pronto para concluir ahora”, respondió Stoltenberg.

Previamente la cancillería iraní acusó a la OTAN de justificar a Estados Unidos por el homicidio del general Qasan Soleimani, lo que es contrario a los principios y normas del derecho internacional.

El Boeing 737-800 cayó a tierra el miércoles a menos de 10 minutos de su despegue del aeropuerto de Teherán con dirección a Kiev, transportando 176 personas a bordo, 167 pasajeros y nueve tripulantes, entre ellos 63 ciudadanos canadienses, según informes de la cancillería ucraniana.

El Boeing 737-800 de la compañía Ukraine International Airlines (UIE) que se estrelló tras despegar del Aeropuerto Internacional Imán Jomeiní, en Teherán con dirección a Kiev el pasado miércoles, causa hoy diversas interpretaciones y muestras de apoyo para esclarecer los hechos.

Rusia considera que faltan fundamentos para atribuir la responsabilidad del siniestro a la milicia iraní, tal como lo confirmó el canciller ruso, Serguéi Riabkov.

“No existe ningún fundamento para intervenir con grandes declaraciones en esta etapa", dijo Riabkov y añadió que primero "hay que permitir a los especialistas analizar la situación y sacar conclusiones concretas", informó el medio ruso Sputnik.

El Comité Interestatal de Aviación (IAC), independiente pero con sede en Moscú, propuso colaborar para investigar el accidente "en caso de solicitud por parte de Irán, el IAC está dispuesto a ofrecer cualquier colaboración en la investigación técnica", dijo un vocero a Sputnik.

La versión que afirma que un misil derribó la aeronave, no se ha descartado ni corroborado aún por lo que pide a todas las naciones presenten datos y pruebas a la comisión que lleva la investigación, aseguró hoy el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky.

“Esperamos que se les brinde toda la información y todos los accesos necesarios para llevar a cabo una investigación objetiva. Estamos en contacto constante con nuestros representantes", agregó en declaraciones difundidas por la agencia Tass.

Francia anunció este viernes su intención de colaborar pues “es importante que se logre la mayor claridad posible y lo más rápido posible”, declaró el canciller francés Jean-Yves Le Drian ante la cadena de radio RTL.

Estados Unidos también ha confirmado su participación mediante la Junta Nacional de Seguridad de Transporte (NTSB), a petición de Irán y adelantó que no va especular sobre las causas  por ls que murieron 176 personas.

Aunque no se han revelado detalles, trascendió en medios internacionales que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) afirmó que el transporte pudo ser derribado por los sistemas de defensa iraní, pero ha pedido una investigación profunda.

Funcionarios estadounidenses, británicos y canadienses dicen que es "altamente probable" que el avión haya sido derribado, posiblemente en un accidente, por un misil iraní.

El Boeing 737-800 cayó a tierra a menos de 10 minutos de su despegue del aeropuerto de Teherán con 176 personas a bordo, 167 pasajeros y nueve tripulantes, entre ellos 63 ciudadanos canadienses, según informes de la cancillería ucraniana.(Notimex)