El fenómeno se registrará unos seis días después del inicio formal del otoño y el fin del verano de este año programado para el próximo 23 de este mes.

 



MÉRIDA.- El próximo 29 de septiembre será el equinoccio de otoño, uno de los seis fenómenos astronómicos más importantes que protagoniza el sol cada año, con la particularidad de que ese día dura lo mismo que la noche.

El fenómeno se registrará unos seis días después del inicio formal del otoño y el fin del verano de este año programado para el próximo 23 de este mes a las 02:51 horas, según informó a Notimex el astrónomo, Eddie Salazar Gamboa.

El académico recordó que al año se registran dos equinoccios, cuando el día dura lo mismo que la noche y estos se dan en la primavera y otoño, dos solsticios y dos soles en el cenit.

El próximo 29 el sol saldrá a las 06:48 horas y se pondrá a las 18:48 horas, es decir la noche y el día durarán exactamente el mismo tiempo y de ahí se deriva el nombre de equinoccio.

Indicó que hay evidencias de que el fenómeno era de gran importancia para los antiguos mayas, así como otras grandes civilizaciones como la egipcia, pues indica hasta hoy que está por terminar la temporada de lluvias y debe iniciar la cosecha de los cultivos.

De igual forma, al igual que sucede con el equinoccio de primavera en Chichén Itzá, se registra el fenómeno de luz y sombra que se conoce como “el descenso de Kukulkán”, pero a diferencia del de primavera, aquí los triángulos generan el efecto de descenso y ascenso, precisó.

También es posible ver el paso del Sol por el llamado Templo de las Siete Muñecas en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, ubicada a solo 17 kilómetros al norte de esta capital.

Esos fenómenos podrían empezar a observarse seis días antes del inicio formal del otoño y hasta seis días después del equinoccio.

En ese sentido, el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos de Yucatán (Cultur) dio a conocer que desde el próximo día 21 desplegará un operativo de logística y seguridad en Chichén y en Dzibilchaltún, pues se espera una mayor afluencia a esos sitios prehispánicos para observar los fenómenos.