Parte del fracaso del proyecto panista de Margarita Zavala tiene su origen en el poder ejercido por su esposo.

Por Alberto Sarmiento Reyes / Hiptex



El fracaso de la candidatura presidencial de Margarita Zavala en Acción Nacional (PAN) tiene su explicación en las facturas, afrentas y abusos cometidos por su esposo Felipe Calderón Hinojosa cuando fue presidente de la República y, a la usanza priista, tomó el control del partido e incluso pretendió seguirlo teniendo al concluir su gestión.



El fracaso de la candidatura panista de Margarita Zavala no tiene nada que ver con su capacidad y su convicción, tampoco por el hecho de ser mujer, aspecto éste último que en algunos sectores del panismo y estratos de la sociedad mexicana si juega un papel fundamental.



El factor principal que orilló a Margarita Zavala renunciar a su militancia panista fue su esposo, Felipe Calderón Hinojosa, con quien compartió no pocas de las decisiones partidistas a lo largo de su sexenio 2006 - 2012.



Incluso antes, siendo candidato presidencial, ya apropiado de la estructura del PAN y haber marcado distancia con el entonces presidente de la República, Vicente Fox, Felipe Calderón impuso al ex gobernador Alejandro González Alcocer como candidato al senado encabezando la fórmula con Jaime Rafael Díaz Ochoa.



Margarita Zavala fue diputada federal en la LIX Legislatura 2003-2006, de la que formaron parte los panistas de Baja California José Guadalupe Osuna Millán, Renato Sandoval Franco, Manuel González Reyes y Pablo Alejo López Núñez.



Tras el triunfo de Felipe Calderón en las elecciones presidenciales del 2006, para el año siguiente, en los comicios locales del 2007, Margarita Zavala impulsó las candidaturas de Osuna Millán a gobernador, Pablo Alejo López a la alcaldía de Ensenada y Jorge Ramos Hernández a la presidencia municipal de Tijuana.



Aunque en los tres casos, cada uno había construido su respectivo proyecto personal, la maquinaria panista impulsada desde Los Pinos se echó a andar para sacar estas candidaturas y que a la postre se ganaron.



Pero el control que Felipe Calderón Hinojosa ejerció sobre el PAN, se volvió a reflejar en 2009, con la llegada de Miguel Osuna Millán, Jesús Gerardo Cortés Mendoza, César Mancillas Amador y Oscar Arce Paniagua. El primero incluso fue presidente de la Comisión de Salud y el último llegó a ser Presidente de la Mesa Directiva en la recta final de la que fue la LXI Legislatura federal.



Pero una legislatura antes, Margarita Zavala colocó e hizo que Carlos Torres Torres fuera  diputado federal por la vía de la representación proporcional.



El joven legislador tijuanense, se habría de convertir en el 2009, en el máximo ejemplo de la imposición del calderonismo en la entidad. 



A pesar que en el ánimo del panismo tijuanense estaba que el candidato a la alcaldía debía ser Alejandro Monraz Sustaita, quien contaba con el apoyo de Jorge Ramos y la mayoría de la militancia, se recuerda que el entonces presidente Felipe Calderón, en una de sus giras de trabajo fue quien decidió que el candidato sería Carlos Torres.



final de la historia de esta imposición es de sobra conocida. Carlos Torres fue derrotado por el empresario Carlos Bustamante Anchondo, uno de los candidatos más débiles que el PRI haya propuesto, pero que contó con la división de los panistas tras esa imposición decretada por Felipe Calderón y su esposa. 



Incluso, meses antes de imponerlo como candidato a la alcaldía de Tijuana, el entonces presidente de la república y la primera dama viajaron a Ensenada para apadrinar la boda de Carlos Torres.



Tras dejar la presidencia y entregarla al Revolucionario Institucional, Felipe Calderón y Margarita Zavala pretendieron seguir controlando el PAN.



La fallida candidatura presidencial panista de Margarita Zavala tiene su origen, en gran medida, en esa larga lista de facturas que le endosaron muchos panistas del País, que como en el caso de Baja California, fueron avasallados por el poder que la pareja ejerció durante su estancia en Los Pinos.