Sin embargo, la renuncia de Margarita Zavala a Acción Nacional es un golpe muy fuerte para el panismo en la entidad.

Por Alberto Sarmiento Reyes / Hiptex



Marginados ya estaban. Seguramente lo estarán más. Los seguidores y simpatizantes de Margarita Zavala en Baja California seguirán en el Partido Acción Nacional (PAN) a pesar de la decisión de la ex primera dama de renunciar a su militancia panista de 33 años.



Los seguidores de Margarita Zavala, que son minoría en el panismo bajacaliforniano copado por el liderazgo de Ricardo Anaya Cortés y el gobernador Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid, han decidido permanecer en el PAN manteniendo una actitud crítica hacia la dirigencia nacional de su partido.



Aunque no se podrá hablar de fractura, en los hechos sí habrá una profunda división dentro del panismo en la entidad como a nivel nacional. Los seguidores de Margarita Zavala y del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa han decidido no abandonar el partido y desde su interior dar la batalla.



En Baja California, donde el PAN es gobierno a nivel estatal y en los municipios de Tijuana, Mexicali y Playas de Rosarito, Ricardo Anaya tiene en el mandatario estatal como en los alcaldes Juan Manuel Gastélum Buenrostro, Gustavo Sánchez y Mirna Rincón Vargas, respectivamente, sus principales aliados.



El panismo en el poder controla la nómina y con ello la militancia. Lo cual no es nuevo, salvo cuando el PAN se erigió en gobierno, allá por el lejano 1989, gradualmente los gobiernos emanados de Acción Nacional han ido sometiendo al partido, su dirigencia y militancia al poder de la nómina.



Por ello es que aunque Margarita Zavala encabezara todas las encuestas realizadas y la ubicasen liderando las preferencias de los panistas, en los hechos ella misma sabía que en una contienda abierta al interior no tenía oportunidad, porque la estructura del partido está controlada por Ricardo Anaya.



En Baja California, apenas en junio pasado, Margarita Zavala realizó una gira por la entidad para promover su aspiración de ser candidata a la presidencia de la república por el PAN. En el encuentro con la militancia no acudieron más allá de un centenar de panistas, y varios que habían dejado de ser en el pasado reciente.



Es el ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán, en su calidad de Presidente de la Fundación “Yo con México”, el panista más representativo del proyecto que dentro del PAN encabezaba la ex primera dama.



Pero Osuna Millán ha decidido quedarse, como lo hará el también ex gobernador Alejandro González Alcocer y su esposa Rosalba Magallón, así Oscar Vega Marín, Malú Clemente, Max García, Renato Sandoval y otros más de la corriente del ex mandatario estatal que se identifican con el proyecto de Margarita Zavala.



Como ha ocurrido en casi todas las transiciones entre los gobernadores panistas, ha prevalecido un distanciamiento marcado entre el que llega y el que sale. Así ha ocurrido entre “Kiko” Vega y Osuna Millán.



Diferencias que han ido en aumento conforme avanza el gobierno kikista. Los osunistas no han tenido cabina alguna en el actual gobierno, como los “kikistas” no lo tuvieron en la anterior administración estatal.



Sin embargo, fue posible establecer algunos acuerdos básicos para evitar un rompimiento total. La candidatura de Max García a diputado federal y de Miguel Osuna Millán, se ubican como parte de los acuerdos establecidos. Y ha sido todo. 



Con la renuncia de Margarita Zavala, el rompimiento entre Osuna Millán y “Kiko” Vega es inminente. Un adelanto lo dio el hermano del ex gobernador y hoy diputado local, quien ha establecido que habrá de votar en contra de la propuesta del mandatario estatal para crear el C5i y la construcción de dos plantas desalinizadoras.



La eventual candidatura de José Guadalupe Osuna Millán a senador se ha diluido. Ni Ricardo Anaya ni el actual gobernador se han caracterizado por ser generosos en el triunfo, al menos con panistas que no le son afines, uno y otro habrán de impulsar candidaturas a modo a su proyecto, tanto para el Senado de la República como para diputados federales.



Pero el osunismo no es la única resistencia que tiene el panismo en el poder en la entidad, otras corrientes se mantienen alineadas por amarres y conveniencias políticas, al final de cuentas el círculo cercano de panistas al gobernador Vega sigue siendo muy cerrado y selecto, aunque con el poder que nunca ha tenido y habrá de ejercer hasta el último día de su gestión.